María Luz Belén Laime viene siendo desde hace años objeto de investigación por parte de diferentes fuerzas de seguridad que trabajan en diversas jurisdicciones del país por transporte y comercio de estupefacientes. El análisis de teléfonos, rutas y domicilios desde Bolivia y Salta hasta Mendoza y Río Negro, y decenas de personajes con base en Guaymallén sirvieron para abrir una causa que resultó exitosa por la cantidad de material probatorio incautado.
Domiciliada en la manzana B del barrio Pedro Molina y también en Bariloche en algún momento, es conocida por ser pareja del delincuente juvenil Mario Enrique Morales Flores, apodado “el Champol“, vinculado en diversas pesquisas con amenazas, tiroteos y guerra de bandas. Actualmente, cumple una condena de 13 años de cárcel por el asesinato de un niño de 5 años en febrero de 2022. Este joven de 25 años es hijo de Estela “Manzanita” Flores, una mujer boliviana que ha estado entrando y saliendo de la cárcel por delitos relacionados con drogas y otros ilícitos durante más de 20 años.
El sábado durante la madrugada, Laime quedó detenida junto a otra mujer barilochense identificada como Melina Evelin Quevedo (35) cuando transportaban más de dos kilos de cocaína en uno de los dos vehículos SUV en los que se movilizaban. En los rodados viajaban niños y otros adultos con el objetivo de llegar hasta Bariloche. Pero las féminas buscaban iniciar un proceso de distribución con los compradores de la sustancia en ciudad patagónica.
Habían partido desde el barrio Lihué, pero policías de la Policía contra el Narcotráfico (PCN) les venían adivinando todos sus movimientos desde hacía casi seis meses. Potenciaron el procedimiento cuando trabajaron la información de un viaje nocturno.
Según la información de El Sol, Laime ya era investigada en el 2022 por la Policía Federal de Río Negro. Los efectivos tenían datos de que había montado un puesto de venta de ropas, asegurando que sus ingresos provenían de esa actividad. Sin embargo, sospechaban que era una pantalla para ocultar los movimientos de transporte de sustancias desde el norte del país hasta esa ciudad. Los nexos operaban en Guaymallén y se ocultaban en los barrios Pedro Molina, Lihué y Belgrano.
Fuentes que dialogaron con este diario señalaron que Laime e integrantes de otras familias (identificados pero con reserva) estaban sospechados de abastecer una gran cantidad de quiosquitos para la comercialización en pequeñas cantidades de la sustancia. Básicamente, estaba acusada de transportar la cocaína para luego abastecer a los fraccionadores y comercializadores en pequeñas cantidades.
Para los policías que la habían identificado previamente por actividades delictivas, la mujer y su círculo íntimo dominaban gran parte de la ciudad turística y venían generando ganancias millonarias con estas transacciones en diferentes zonas. “Lo demuestran los vehículos en los que se movilizaban”, detallaron.
Laime ya había tenido una causa por drogas en 2016. Sin embargo, terminó sobreseída un año después. Fueron penitenciarios del Complejo Penitenciario III, Almafuerte, quienes la detectaron intentando ingresar con un envoltorio de nylon blanco con marihuana cuando se disponía a visitar a uno de los internos. La dosis estaba escondida en uno de los bolsillos de su campera, con un total de 0,8 gramos.
Con el paso de los meses, la mujer evitó una condena porque la Justicia federal determinó que, por la escasa cantidad de sustancia y el modo en el que se encontraba oculta o acondicionada, podía presumirse que estaba destinada al consumo personal.
Cómo se desarrolló el trabajo nocturno
El operativo coordinado se desarrolló el sábado por la mañana entre los efectivos de la PCN y la Justicia federal, principalmente con el Juzgado Federal Nº3 y el fiscal Fernando Alcaraz. Llevaban varios meses trabajando el caso y apuntaban a una presunta organización dedicada al tráfico de estupefacientes con base en Guaymallén.
Esto permitió el secuestro de más de 2 kilogramos de cocaína con el sello del “Delfín” y la detención de las mujeres, además la incautación de material probatorio de importancia para la instrucción.
De acuerdo con la información a la que accedió El Sol, la investigación, iniciada en junio de este año, derivó en un procedimiento ejecutado durante la madrugada, cuando efectivos policiales interceptaron dos vehículos – una camioneta Chevrolet Tracker y un Jeep Renegade – en el distrito de Las Catitas, departamento de Santa Rosa.
Tras un intenso operativo de seguimiento que comenzó después de las 0 del sábado en el Barrio Lihué de Guaymallén, donde salieron los dos rodados, los policías lograron frenarles el paso que pretendían pasar los controles policiales y llegar hasta Bariloche.
Debido a esto, comenzaron a seguir los vehículos por el Acceso Este y presumieron que buscan dirigirse por ruta 153, por lo que solicitaron apoyo de la Distrital 3 de la Zona Este.
Por la reconstrucción que hicieron los policías de la PCN, pasadas las 1.30, los policías tomaron contacto con las SUV cuando intentaron evadir un control policial. Así fue que el personal especializado secuestró dos ladrillos de clorhidrato de cocaína con un peso total de 2,003 kilogramos, ocultos estratégicamente en los paneles de las puertas de la Tracker. En el operativo, que involucró a cinco personas mayores de edad y siete menores, fueron detenidas Laime y Quevedo.
Como consecuencia directa de la intervención, se realizaron posteriormente tres allanamientos simultáneos en El Algarrobal y Barrio Lihué (domicilios de las mujeres y otros vinculados), donde se secuestraron aproximadamente 200 SIM card, una planta de cannabis sativa de 2 kilogramos y documentación considerada crucial para la instrucción.
Entre los elementos incautados también se destacaron 13 teléfonos celulares, una camioneta Chevrolet Tracker, 400.000 pesos argentinos y 900 dólares.
Su relación con el “Champol”
María Luz Belén Laime tiene un hijo con el Champol Morales Flores. Llevan años en pareja y las visitas al penal han sido constantes durante el transcurso de este año. Justamente, el reconocido malviviente se encuentra cumpliendo los 13 años de cárcel que pactó su defensa por el asesinato del niño Thiago Melchori, ocurrido el 19 de febrero del 2022 en el barrio Pedro Molina IV.
Pasadas las 23, el Champol pasó frente a la vivienda de los Melchori y saludó al padre del menor, a quien conoce desde hace años porque son vecinos. Entre ellos no existía ningún tipo de bronca ni enemistad. Pese a eso, cuando Morales Flores llegó hasta la esquina, sacó un arma de fuego del interior de un morral y comenzó a manipularla.
Nunca quedó muy claro si fue un accidente o si tuvo la intención de matar: lo cierto es que accionó el arma y efectuó un disparo hacia el lugar donde estaban los Melchori. El proyectil alcanzó a la criatura y le dio en el pecho, quitándole la vida en pocos minutos.
El Champol, mientras era menor de edad, fue sindicado de perpetrar otros tres crímenes y luego de liderar organizaciones criminales dedicadas a cometer hechos de inseguridad y ganar territorio para la venta de drogas; siempre con su madre como máximo referente en el sector.
Fuente: www.elsol.com.ar