La novedad ingresó al 911 a las 22.15 del domingo. El llamante aseguró que había una persona herida de arma de fuego en el interior de una casa de la manzana S del barrio Patrón Santiago del distrito Capilla del Rosario, en Guaymallén, y solicitaba una ambulancia. Cuando llegaron los primeros policías a la escena, la víctima, Alexander Fabián Sandande (34), ya se encontraba con su madre y otros vecinos. Les había contado lo sucedido momentos antes y quién había sido el agresor.
El hombre nacido el 12 de enero de 1990 presentaba dos balazos en su cuerpo: uno en el gemelo de la pierna derecha y otro en la región derecha de la costilla. Su estado revestía gravedad. Había perdido mucha sangre y por eso los médicos del interno 141 del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) decidieron su traslado inmediato al Hospital Central de Ciudad.
Cinco horas después, a las 3 de la madrugada del lunes, los profesionales de la salud confirmaron el deceso de Sandande. La causa comenzó a ser trabajada como un asesinato y policías de la División Homicidios, de Científica y de la UID departamental realizaron las primeras medidas en el teatro del hecho con búsqueda de diferentes pruebas y la recepción de declaraciones.
Los investigadores, liderados por el fiscal de Homicidios y Violencia Institucional Gustavo Pirrello, querían saber quién había sido el asesino. Y lo identificaron rápidamente: antes de morir, Sandande aportó su identidad, alias y hasta el domicilio. Los policías fueron a buscarlo a su vivienda pero no lo encontraron. Este martes continuaba con pedido de captura.
De acuerdo con la información a la que accedió El Sol, el autor del ataque fue identificado con el alias de “Niño Aurelio”, un reconocido delincuente de la zona. Los pesquisas consiguieron todos sus datos personales y analizaron sus relaciones familiares (algunos parientes han pisado varias veces una comisaría) e iniciaron la etapa de rastrillaje para intentar ubicarlo y ponerlo a disposición del Ministerio Público.
De ser capturado, será imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
La reconstrucción del hecho de sangre sostiene que Sandande tenía domicilio en la barriada donde lo acribillaron, pero en la manzana R. Caminaba para dirigirse a su hogar cuando fue abordado por un sujeto que se movilizaba en moto. “Te regalaste”, le dijo el malviviente y comenzó a perseguirlo con el rodado, detallaron los testigos.
En un momento, sacó un arma de fuego tipo pistola y comenzó a disparar. Lo hizo, al menos, tres veces (esa cantidad de vainas se hallaron en la escena, posiblemente calibre 22). Dos plomos dieron en diferentes partes del cuerpo de Sandande.
La víctima corrió y se refugió en la casa de un vecino, pidiéndole ayuda para intentar salvar su vida en ese momento.
La madre del hombre baleado tuvo contacto con su hijo y recibió información de importancia para el avance de la instrucción. Sandande también habló con los policías y les relató que había sido el “Niño Aurelio”, con quien tenía viejas broncas en el sector, quien lo había atacado con la clara intención de terminar con su vida.
Fuente: www.elsol.com.ar