El profesor de hockey detenido por la muerte de Renzo Adrián Molina (33), durante un confuso episodio en el barrio Santa Ana de Guaymallén, fue imputado por el delito de homicidio simple con exceso en la legítima defensa de un tercero, según confirmó este domingo la fiscal Andrea Lazo, de la Unidad Fiscal de Homicidios y Violencia Institucional.
“En el caso de que el imputado no tenga antecedentes penales en curso y bajo la correspondiente fianza, el mismo quedaría en libertad durante las próximas horas”, informaron desde el Ministerio Público Fiscal.
De acuerdo con la reconstrucción del hecho, en la madrugada de este sábado Molina se acercó en una vivienda situada en calle Copiapó 2326 y comenzó a golpear las rejas de la propiedad.
En ese momento llegaba al mismo domicilio una mujer junto con su hija menor de edad, a bordo de un vehículo. Según los investigadores, Molina, de manera agresiva, se abalanzó y comenzó a golpear las ventanas, presuntamente para ingresar al auto.
Los gritos de la mujer alertaron a su esposo, quien salió de la casa para intervenir. En medio del forcejeo, el profesor de hockey golpeó a Molina con un palo, provocándole lesiones en el cuerpo y la cabeza.
Tras esto, Molina intentó huir escalando un cierre perimetral y cayó, siendo detenido por un enfermero del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que se encontraba fuera de servicio, junto a algunos vecinos.
Una vez inmovilizado, Molina mostró un comportamiento agresivo, incluso escupiendo al personal del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) mientras le brindaban asistencia. A pesar de ello, los médicos determinaron que su estado requería traslado inmediato al Hospital Central, escoltado por personal policial.
Sin embargo, en el trayecto hacia el hospital, Molina sufrió un paro cardiorrespiratorio y, a pesar de los esfuerzos por reanimarlo, se confirmó su fallecimiento poco después.
Las dudas del caso
En un principio, se creyó que Molina había abordado a las dos mujeres con intenciones de robo, ya que se mostraba perturbado y violento. Luego, surgió el dato de que desde hace tiempo viene sufriendo episodio de alteración mental, de acuerdo con declaraciones por parte de sus familiares.
Frente a los antecedentes de salud de mental de Molina y los ataques de ansiedad que venía sufriendo, no se descarta que la víctima fatal haya sufrido un brote psicótico.
También existe la posibilidad de que se haya descompensado luego de ser golpeado por el profesor de hockey o que se haya producido un accidente, ya que Molina se cayó de una reja al intentar huir.
“No era un delincuente”
“La mentira más grande que puede existir. Mi hermano no era ningún delincuente“, escribió la hermana de Molina en las redes sociales. También sostuvo que era un trabajador honesto que se dedicaba a mantener a sus dos hijos y que sufrió un ataque de ansiedad.
Según expresó que Molina era empleado en blanco en una empresa de electricidad y realizaba trabajos informales después de su jornada laboral.
“Salía de lunes a lunes hacer changas“, afirmó su familiar, quien además reveló que el joven sufría de ataques de ansiedad.
En tal sentido, manifestó que esa madrugada Molina salió corriendo de la casa de su abuela, que vive en el barrio Santa Ana. La familia vincula esa conducta errática con un ataque de ansiedad.
“Puede ser que los vecinos se hayan asustado al verlo en ese estado de alteración, pero no era para que lo mataran“, señalaron.
Fuente: www.elsol.com.ar