El Gobierno de Mendoza y el Departamento General de Irrigación recibieron formalmente este lunes un máster plan elaborado por la empresa estatal israelí Mekorot sobre la gestión del agua en la provincia. A partir de este informe, que brindó datos sobre el déficit de agua y propuestas para hacer más eficiente el recurso, se elaborará el Plan Hídrico de Mendoza el cual se presentaría en septiembre y podría ser enviado a la Legislatura para que sea convertido en ley.
Este mediodía el gobernador Alfredo Cornejo, junto con el superintendente del Departamento General de Irrigación, Sergio Marinelli, firmaron un convenio con Diego Berger, representante de Mekorot, y Ignacio Lamothe, secretario general del Consejo Federal de Inversiones (CFI) para contratar una consultoría encargada de redactar el Plan Hídrico de Mendoza utilizando como base el informe desarrollado por la empresa israelí.
El informe en cuestión concluye que los desafíos principales para Mendoza para los próximos años son la “disminución progresiva de la oferta hídrica superficial y de la demanda agrícola y poblacional hacia 2050”, además de que si la superficie actualmente empadronada que no esta cultivada, se pone en producción se “agravará los déficits hídricos”.
Frente a esto plantea una serie de recomendaciones para conseguir eficiencia y una modernización en la administración del recurso hídrico. Por un lado, propone la mejora en la eficiencia de riego y distribución como prioridad para todas las cuencas. A su vez, remarca que la cuenca del rio Mendoza necesita además una reducción de pérdidas en la red de agua potable, del 46% (actual) al 25%, lo que permitiría estabilizar la cobertura de la demanda hacia 2050. Finalmente, sostiene que es necesario fortalecer la gobernanza a través de una modernización normativa que facilite la asignación y uso sostenible del agua.
Durante el anuncio, Cornejo resaltó que el objetivo principal de este plan maestro se basa en la certeza de que” vamos a tener menos agua de la que tenemos”. “Estamos planificando y tomando decisiones que permiten que Mendoza tenga agua para el consumo domiciliario, poblacional, agrícola, industrial y para la minería sostenible. A pesar del cambio climático y de la certeza de que hay menos agua, si seguimos esta hoja de ruta y la que vamos a profundizar con la consultoría que seguirá a este plan maestro, vamos a lograr resultados y vamos a tener mucha menos agua, pero más aprovechada”, indicó.
El mandatario provincial indicó que esperan contar con el plan dentro de 6 o 7 meses y que avalúa la posibilidad de que sea enviado a la Legislatura para que sea refrendado por una ley.
En tanto, el superintendente Sergio Marinelli resaltó que el informe de Mekorot será el trabajo base para que la provincia elabore su Plan Hídrico. “Ha tenido un sesgo muy importante respecto al uso agrícola y también hemos trabajado con Aysam. El CFI va a aportar fondos para financiar la consultoría que se va a encargar de la redacción tomando como insumo básico el plan maestro elaborado por Mekorot e incorporando la parte de Hidráulica y lo que tiene que ver con el uso poblacional que lo va a redactar Aysam y también los municipios operadores”, precisó.
Según indicaron desde Irrigación, el costo de la consultoría rondaría los 60 millones de pesos, pero destacaron que podría reducirse a partir de la convocatoria a técnicos especialistas que ya están trabajando en el Estado provincial.
“El objetivo es eliminar el déficit o bajarlo lo máximo posible. Para eso hay que hacer obras públicas y obras privadas”, precisó el gobernador del agua quien advirtió que el principal eje de inversión apuntaría a la creación de reservorios comunitarios que podrían beneficiar tanto los productores que cuenten con riego intrafinca como los que no puedan instalar ese sistema.
Por su parte, el representante de Mekorot, Diego Berger, precisó que “el estudio que se hizo tomó en cuenta el cambio climático. Va a haber menos lluvias, va a haber más temperatura, por eso va a haber más consumo agrícola. Se evaluó dónde se va a estar si no se hace ningún cambio, y va a ser una situación muy difícil, porque el déficit va a ser muy grande”.
Subrayó que en el máster plan se cuantificó cuánto va a ser el déficit en cada década y a partir de esos datos se elaboraron soluciones estructurales y a nivel también de infraestructura.
“El mayor impacto es cuando se empieza a hacer más eficiente a nivel intrafinca. Es evidente que los agricultores tienen que usar menos agua, y en base a eso se puede garantizar la disponibilidad”, expresó el coordinador de Proyectos Especiales Internacionales de la empresa israelí.
Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de avanzar con el “abastecimiento sostenible”. “Hay que acostumbrar al agricultor a que siempre use la misma cantidad de agua. Este plan maestro entra con ese concepto de que tenemos una torta que es determinada, queremos darle seguridad. El agricultor tiene que tener la misma cantidad de agua todos los años. Eso tiene un valor incalculable. Si el agricultor sabe cuánta agua va a recibir, cuál es la calidad y cuánto está pagando por eso, él puede planificar qué es lo que va a hacer”.
Finalmente, Berger manifestó que “el cambio es cultural porque aquí se usa el doble de agua que en otros lugares. La gente aquí usa porque lo puede usar y no porque lo necesita”.
Fuente: www.mdzol.com