Condenaron a un subcomisario por el homicidio de un joven durante un enfrentamiento policial en Mendoza

Es por un hecho del año 2021. El juez dio a conocer la sentencia luego de un acuerdo entre las partes.

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Un subcomisario de la Policía de Mendoza fue condenado este martes a tres años de prisión en suspenso por el homicidio culposo de Matías Leandro Domínguez, un joven de 26 años, en un caso que dejó al descubierto un violento enfrentamiento entre vecinos y efectivos policiales en el barrio Santa Teresita de Las Heras en junio de 2021.

El juez Diego Lusverti dio a conocer la sentencia tras homologar un acuerdo entre las partes (defensa y fiscalía), sentenciando al subcomisario Luis Ramírez por “homicidio culposo”.

La resolución judicial contempló tres años de prisión en suspenso e inhabilitación para ejercer cargos públicos por el doble del tiempo de su condena.

Los acontecimientos que desencadenaron en el crimen de Domínguez comenzaron el viernes 11 de junio del año citado, cuando efectivos de la Unidad Especial de Patrullaje departamental detuvieron a Brian Araya, un joven de 19 años, por tenencia de drogas. La detención se realizó en las intersecciones de las calles El Portillo y Alsina, en un sector del barrio Santa Teresita que ya venía presentando una alta tensión social en los días previos.

La captura de Araya provocó una inmediata y virulenta reacción entre los vecinos del lugar, quienes comenzaron a agredir a los policías con una intensidad que obligó al despliegue de efectivos de Infantería para contener la situación. El ambiente era claramente hostil, con un grupo de residentes enfrentándose a las fuerzas de seguridad.

En medio del caótico escenario, caracterizado por el lanzamiento de piedras y el uso de postas de goma, el subcomisario Ramírez sacó su arma reglamentaria e hizo un disparo que resultó ser fatal.

El proyectil, posteriormente identificado de calibre 9 milímetros, impactó directamente en el tórax de Matías Domínguez, quien se encontraba en la zona comprendida entre las calles Lisandro Moyano y Tres de Febrero.

La investigación judicial, liderada por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, reveló detalles cruciales sobre el hecho de sangre. El análisis balístico, que comprendió el estudio de 25 armas policiales secuestradas durante los enfrentamientos, confirmó que el plomo que acabó con la vida de Domínguez provenía del arma del subcomisario Ramírez.

Según las declaraciones de testigos, incluyendo otros uniformados que se encontraban cerca de Ramírez en ese momento, el subcomisario fue visto desenfundando y disparando su arma reglamentaria durante los momentos más álgidos del enfrentamiento. La distancia entre Ramírez y la víctima se estimó en aproximadamente 100 metros, un dato que resultó fundamental para la caracterización legal del hecho, ya que no tuvo intención de causar la muerte.

Domínguez quedó tendido en medio de la calle. Los vecinos, desesperados, comenzaron a gritar pidiendo auxilio. Finalmente, un habitante del sector tomó su camioneta y trasladó al herido hasta el Hospital Carrillo, donde los médicos solo pudieron constatar su deceso.

La muerte de Domínguez desencadenó una fuerte reacción comunitaria. Al día siguiente, familiares y vecinos se congregaron frente a la Comisaría 36ª para exigir justicia. La protesta escaló rápidamente: primero cortaron la calle frente a la dependencia policial y quemaron neumáticos. Dos días después del hecho, el grupo llegó a incendiar la entrada de la comisaría y pintó grafitis con la leyenda “Gatillo fácil” en sus paredes frontales.

Fuente: www.elsol.com.ar

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