Un grupo de abogados, referentes en Derecho Administrativo y Constitucional y en regulaciones económicas, dijo este miércoles, por medio de un documento, que muchas de las medidas que está tomando el Gobierno, como el “plan platita”, potenciado a pocas semanas de las elecciones, no sólo va camino a una peligrosa y nociva hiperinflación, sino que, además, y aquí lo más importante e intrigante de todo, es que este tipo de medidas y la dirección de las mismas llevan a un deterioro “acelerado de la moneda argentina” y que “extrañamente parece confluir hacia un mismo fin; parece haber un pacto, sea explícito o tácito”.
El grupo es Saravia Frías, liderado por Bernardo y Carlos Saravia Frías, cercano a Mauricio Macri, tanto y a tal punto que se involucró en aquel gobierno con Bernardo como procurador del Tesoro durante el 2019. Y el pacto al que hace alusión es el abono del terreno hacia una dolarización inevitable, previo paso por un período de hiperinflación. Y sin que se lo escriba en el documento, se menciona el que es para muchos ya un evidente y claro acuerdo entre el kirchnerismo o, al menos, una parte de él, con Massa a la cabeza y el propio Milei, todo con vistas a la nueva etapa que encarará el país con el gobierno que asuma en diciembre.
El documento circuló este miércoles en los grupos de wasap vinculados a Juntos por el Cambio y Patricia Bullrich y lleva por título: “Dolarización, ¿en serio?”. Entre otras cosas, allí se explica por qué el camino elegido por este sector de la oposición sería el más conveniente para salir de la crisis, en vez de lo que propone el economista libertario, con el aparente guiño de Massa y compañía. Las cosas que hay que hacer, afirman los abogados, “tienen que ver con proteger el derecho de propiedad de los argentinos, con no endeudar más a las generaciones futuras y con asumir el costo de los desbarajustes fiscales y políticos de manera responsable, con un plan de estabilización de verdad. Por todo esto, hablemos en serio y dejemos de lado las mentiras. Eso es seguridad, seguridad jurídica”.
Y, antes de hacer mención a ese plan de estabilización que creen más beneficioso que una dolarización, los constitucionalistas sostienen: “La acción acelerada del último ‘plan platita’ nos ha puesto ya en camino de la hiperinflación. Un triste fenómeno monetario que facilitaría enormemente un proceso dolarizador, porque licuaría tanto la base monetaria como las Leliq y gran parte de la deuda soberana en pesos vigente”.
Y, más adelante, recuerda lo que pasó en la Argentina durante las épocas hiperinflacionarias: “Para los que no vivieron o estudiaron un fenómeno hiperinflacionario, basta con decir que significa la mayor destrucción de riqueza que puede sufrir un país: los salarios de la gente, los activos del sector privado, en definitiva, su propiedad”. Y agrega: “Donde reside el mayor problema de axiología constitucional, tanto de la propuesta dolarizadora como la de la acción hiperinflacionaria solidaria que está llevando adelante este gobierno”.
Sigue: “Lo que se está haciendo y lo que se propone es atacar el derecho de propiedad de todos los argentinos a través -sostiene– de una manganeta, un pase de magia para que el costo de los excesos de la política y el gasto público lo pague una vez más el sector privado. Pero, sobre todo, la gente, el ciudadano común”.
Las advertencias y dudas o sospechas, dichas en tono de denuncia, de que existe un pacto entre este gobierno y quien propone la dolarización en el contexto electoral, que hace el estudio de abogados, coinciden con la visión que tiene el Banco Mundial respecto de la Argentina para el año próximo en cuanto a su situación económica: el riesgo de una hiperinflación y una mentada dolarización.
William Maloney, el economista jefe para América latina del Banco Mundial, alejó por el momento un riesgo de hiperinflación en el país porque, para llegar a un umbral de esa característica, se debería tener arriba de 50 por ciento de inflación mensual. De igual forma, remarcó la necesidad de la Argentina de implementar un plan de normalización de las variables buscando el equilibrio de las cuentas. Y agregó, sobre la dolarización, que “puede ser útil para gestionar las expectativas de inflación y eso es porque se limita la capacidad del Banco Central para imprimir dinero”. Y agregó: “Si no se mantienen en línea las cuentas fiscales, se van a producir otras distorsiones y problemas, por lo cual se requiere todo un paquete de equilibrio fiscal y la creación de la confianza en el Gobierno y en una actitud seria del Ejecutivo para el control de la inflación”.
Volviendo al documento de los Saravia Frías, entre otras cosas, se indica que se
necesitarían 35.000 millones de dólares para dolarizar la economía y para conver-
tir toda la base monetaria más las Leliq: “Si se quiere pedir prestado ese monto,
implicaría tomar nueva deuda soberana por más de 120.000 millones de dólares,
sencillamente, porque, luego de las PASO, los títulos públicos argentinos cotizan a
30 por ciento de su valor nominal”.
FUENTE: elsol.com.ar