El jefe narco que debe enfrentar dos nuevos juicios por drogas y lavado de dinero

Se trata de Matías Fido Díaz, condenado por un cargamento de 475 kilos de marihuana. Ahora lo enviaron a debate por otro secuestro de esa droga y las casas y autos que podría justificar.

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Matías Facundo Fido Díaz venía siendo investigado por traer a Mendoza cargamentos millonarios de cocaína y marihuana desde el norte del país y sus vínculos con barras de Independiente Rivadavia, cuando se produjo su captura en la causa por la desaparición de una chica de 18 años en el barrio Sargento Cabral de Las Heras. El caso, que tuvo como víctima a Abigaíl Carniel, continúa impune. Desde mayo del 2021, permanece detrás de los barrotes de la cárcel federal.

Se cree que la joven fue asesinada en medio de una disputa por venta y consumo de drogas y su cuerpo, descartado en un lugar desconocido. Algunos personajes ligados al Fido estuvieron en la mira por el hecho investigado por el fiscal de Homicidios Carlos Torres, pero poco se pudo avanzar.

Donde sí terminó complicado este señalado jefe narco es en la Justicia federal: lo condenaron por financiar y ocultar la llegada de casi 500 kilos de marihuana en un galpón del barrio Los Ciruelos de Las Heras y profundizaron dos investigaciones más en la fiscalía de Fernando Alcaraz. Una por lavado de dinero y otra por el secuestro de parte de ese gran cargamento de cannabis (casi 10 kilos) que era trasladado para su fraccionamiento y distribución en el Sargento Cabral de Las Heras.

De acuerdo con información judicial a la que accedió El Sol, tanto la causa por el blanqueo de dinero proveniente del narcotráfico como la del secuestro de panes de marihuana en el citado complejo, que permitió la captura y posterior sentencia de parte de los integrantes de la banda, fueron clausuradas y el Fido Díaz podría sentarse en el banquillo de los acusados.

Además de este hombre de 44 años, por la causa de lavado de capitales en maniobras detectadas entre el 2016 y 2021, serán juzgados personas de su entorno, entre ellos, su pareja, Leila Carolina Ovando, sus cuñados, y hasta su madre, Mirta Verón.

El abogado defensor del sospechoso, Pablo Cazabán, se opuso a ambas requisitorias y en la de lavado cuestionó a la fiscalía porque, entendió, la investigación no está culminada. También apuntó contra los informes de la Policía Contra el Narcotráfico (PCN) sobre el origen de los bienes de Díaz, destacando que no hubo un estudio o análisis completo de cada caso en particular.

“Pero el supuesto razonamiento del MPF (Ministerio Público Fiscal) parte de una premisa de carácter imposible, que es suponer –y no probar– que los fondos a partir de los cuales se obtuvieron los bienes originarios o derivados son totalmente (100%) ilícitos, descartando toda posibilidad de existencia de siquiera una porción lícita; de este modo, el MPF elude pronunciarse acerca de la contaminación de los fondos lícitos y, de ese modo, impedir la posibilidad de descontaminación”, sostiene uno de los argumentos de Cazabán.

El juez Marcelo Garnica deberá resolver las oposiciones y las resoluciones no son apelables, es decir, si no hace lugar ambas causas deberán resolverse en un debate.

Las causas

Lo cierto es que el Fido Díaz fue condenado en la tarde del miércoles 10 de agosto del año pasado a 13 años de cárcel por el secuestro de un cargamento de 475 kilos de marihuana que ocultaban en el barrio Los Ciruelos de Las Heras.

Esa droga era custodiada por uno de los soldados de la organización, Miguel Ángel Ibazeta, conocido como Pitu. En las maniobras delictivas también participaron su hermana, Fanny la Negra Tina Díaz, y el hombre considerado su mano derecha, Gustavo Ariel Valle Vicedo, conocido como La Gata.

Todos fueron sentenciados por los jueces Roberto Naciff, Héctor Cortés y Pablo Salinas, tal como había solicitado la fiscal María Gloria André.

La Gata recibió 9 años de cárcel y el Pitu y la Negra Tina, 7 años. Esa droga venía desde Paraguay y fue secuestrada luego de una investigación que desarrollaron efectivos de la Policía contra el Narcotráfico de Mendoza y efectivos de la UEP de Las Heras.

Tenían el dato de que ese cargamento estaba siendo distribuido en diversas barriadas para su comercialización en pequeñas cantidades, lo que se denomina narcomenudeo. Y allí entró la segunda pata de la investigación: fue conectada con un secuestro de 9,930 kilogramos de marihuana en el barrio Sargento Cabral (en total, eran 12 panes). Por los trabajos que desarrolló la PCN, esa droga era parte del cargamento de mayor que secuestraron un mes antes.

Fueron policías de la UEP los que detectaron la presencia de un taxi con pasajero en la zona de calles Luján Rawson. El trabajador del volante, al notar la presencia de los uniformados, entró en pánico y aceleró. Se dio a la fuga a toda velocidad y frenó el rodado sobre calle Hilario Cuadros para continuar la huida corriendo. El conductor fue capturado a los pocos metros: se trataba de Gustavo Ubaldo Rodríguez.

El otro sujeto fue identificado con el paso del tiempo gracias a una huella dactilar que levantaron los efectivos cuando analizaron los panes secuestrados. Se trataba de Diego Nicolás Monsalvo, conocido como el Gordo Nico.

De la instrucción se desprendió que la Gata Valle había sido quien entregó la droga a Monsalvo. Confirmaron que circulaba en un VW color champagne y con esa información lo detectaron ese mismo día en calle Valle Grande. También quiso darse a la fuga pero lo capturaron. Llevaba más de 60 mil pesos en el vehículo.

Con Rodríguez y Valle detenidos, la investigación se profundizó. Ya tenían en la mira a la Negra Tina y también al Fido porque habían confirmado que esos panes secuestrados en el barrio Sargento Cabral eran del mismo cargamento hallado en el barrio Los Ciruelos.

En febrero del 2022, Monsalvo fue detenido. Fue luego de una tragedia familiar: su pequeño hijo murió ahogado en su casa del barrio Las Viñas de Las Heras. Cuando lo llevó a un hospital se confirmó que tenía pedido de captura. Quedó detenido y el trío fue a juicio.

Confesaron la maniobra delictiva en un juicio abreviado y fueron condenados. Valle recibió 6 años de cárcel; Monsalvo, 4 años y Rodríguez, 3 años de ejecución condicional. Dos meses después, sumergido en una profunda depresión por la muerte de su hijo, el Gordo Nico se suicidó mientras se encontraba con prisión domiciliaria.

Con el Fido detenido, se profundizó la investigación por lavado de capitales. En la pesquisa paralela se concluyó que adquirió diversos bienes muebles e inmuebles (autos y casas) con dinero que sería producto de la comercialización de estupefacientes.

Los efectivos de la PCN comprobaron que tenía 11 vehículos –algunos de alta gama– y 6 viviendas y que no los podía justificar porque no tenía trabajo formal. Tanto el Fido como su esposa, los cuñados y la madre fueron procesados por lavado de dinero y les fijaron embargos millonarios.

Estas personas eran utilizadas para poner bienes a su nombre aprovechando el lazo familiar y de confianza que existía, se desprende de la causa.

Fuente: www.elsol.com.ar

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