Desde el inicio de las clases, la Dirección General de Escuelas (DGE) implementó una nueva figura de acompañamiento para fortalecer las trayectorias de los estudiantes de 184 escuelas primarias de Mendoza. Se trata de los líderes de asistencia.
Cada una de estas instituciones cuenta con una persona que se encarga de llevar un seguimiento del sistema Gestión Educativa Mendoza (GEM), conocer las causas del ausentismo e insistir permanentemente a los padres la importancia de que los chicos asistan a la escuela todos los días, porque eso mejorará su desempeño.
A modo de balance, con la ayuda de los líderes (junto a otras políticas) la mejoría en el presentismo es notoria. Las faltas se redujeron en un 30% en algunas instituciones y otras a escuelas fue superior, alcanzado un 50%.
El director General de Escuelas, José Thomas, dialogó con UNO y destacó: “Estos líderes de asistencia lo que hacen es amalgamar mejor, o vincular mejor cosas que el Estado ya brinda y esto ha dado muy buen resultado. Hay tantas anécdotas como escuelas. Se genera un compromiso personal entre los padres y estos docentes y es muy gratificante para todos. Su trabajo y aporte es determinante“.
Thomas detalló que las políticas basadas en evidencia permitieron visualizar que había unas 200 escuelas, donde a pesar de tener comedor o una hora más de clases, “seguíamos con una inasistencia crónica mayor que el resto“.
“Los chicos no estaban aprendiendo no por la metodología que usamos, que trabajamos mucho para mejorar, sino porque los alumnos tenían una inasistencia crónica. Es que durante toda su escolaridad faltan de manera aleatoria“, aclaró el funcionario.
Junto a los docentes y directivos, los líderes de asistencia “hacen un trabajo de laboratorio, analizando datos con las inasistencias y estudiando cuáles las causas, la situación de las familias y luego evalúa cuáles son las mejores estrategias para que los alumnos asistan a clases y de esa manera puedan optimizar su aprendizajes”, aseguró la coordinadora del Proyecto de Asistencia, Laura González Erbin.
González Erbin recorrió la provincia y tomó contacto con cada uno de estos referentes y el diagnóstico en estos meses de implementación es que incidió favorablemente esta figura del líder de asistencia en la mejora de la concurrencia y en el desempeño de los chicos.
“Es una tarea muy situada. No es lo mismo que hace un líder en la zona rural que lo hace en un departamento del centro para que los chicos estén en la escuela”, aclaró la docente.
Estos promotores de la escuela son en su mayoría docentes que llevan muchos años en la escuela y que conocen a la comunidad. Son referentes del pueblo o del lugar donde está inserta la institución.
“La mejora en estas 184 escuelas es dispar. Algunas han mejorado el presentismo en un 30% y otras en un mayor nivel. Lo importante es que se nota el trabajo especializado de una persona que se dedica a llamar a los padres, a hacer un seguimiento del niño y hasta los va a buscar a las casas para lograr el objetivo”, resaltó la coordinadora.
La pandemia de Covid-19 provocó un retroceso muy grande en los estudiantes en lectura y escritura, según el relevamiento que se viene realizando con el Censo de Fluidez Lectora.
¿Por qué faltan los chicos?
La vicedirectora de la Escuela 1-014, Alejandro Mathus, Claudia Bustos es la líder de asistencia de esta escuela en Bermejo, Guaymallén. La institución está en la Sección 58, bajo la supervisión de Claudia González.
Claudia definió este rol, como “de mucho compromiso y responsabilidad porque acompañamos las trayectoria de los chicos y analizamos las inasistencias, tanto las justificadas como las injustificadas. Identificamos las causas, por qué faltan”.
“Cada día que los alumnos se ausentan de la escuela es un día perdido en su trayectoria. Un papá me hizo la pregunta de qué era la trayectoria, entonces a veces uno da por sentado que todos lo saben y cuando le explique qué implicaba el ingresar a la escuela, el compartir cada momento, su aprendizaje, la relación con sus compañeros, vio lo importante que perdía y su hijo comenzó a venir regularmente”, relató.
“A partir de allí, de este contacto y esta charla que tuvimos con esta familia, cada vez que este niño falta porque está enfermo, o porque está justificada la inasistencia me avisa. La asistencia es un hábito y una concientización”, remarcó la docente.
También, Claudia comentó que en otra de las vivencias de este rol, “una mamá venía a firmar el libro de actas no tenía la intención de hablar conmigo, pero yo le pedí que conversaramos para saber qué pasaba con su hija, por qué estaba faltando tanto”.
“Pudimos dialogar y yo le comenté que si ella no enviaba a la nena a la escuela estaba vulnerando su derecho a la educación. Que le estaba quitando la oportunidad de aprovechar al máximo sus capacidades, de aprender, de relacionarse con sus pares”, subrayó.
Bustos recalcó que de nada hubiera servido que firme el acta y se retire esa mamá. “Lo rico es que comprenden que por más de que haya un problema de salud, familiar o de otra índole, podemos gestionar una solución para que los niños no pierdan esta oportunidad”.
Cómo trabajan los líderes de asistencia
El vicedirector tiene dos horas más de trabajo, tiempo que lo emplea en contactarse con los padres para conocer por qué no va a la escuela el alumno. Hace redes con la comunidad, con el centro de salud o con la Municipalidad para gestionar recursos si hicieran falta o articular para mejorar el presentismo del estudiante.
Los docentes también citan a los padres y en los casos en los que no hay respuesta, hacen la visita a los domicilios.
“Hay muchos ejemplos. Un líder de asistencia de Guaymallén comenzó a trabajar en conjunto con el centro de salud porque le parecía extraño que se presentaran muchos certificados médicos de ese lugar. Ahora, la médica del centro de salud ya sabe que hay un seguimiento de las inasistencias en cada alumno y por qué falta”, ilustró la referente de la DGE.
Para las familias también generó un impacto este nuevo rol de la escuela. “Ahora hay alguien que está esperando a los chicos”, recalcó.
Fuente: www.diariouno.com.ar