Un llamado alertó al 911 sobre un principio de incendio sobre una calle tierra, cerca de las canchas del club Murialdo en Villa Nueva y contra un paredón, a pocos metros de unas vías. Bomberos se desplazaron hasta la zona, ubicada en calle La Purísima y Pedro del Castillo, y confirmaron las sospechas porque ya habían sido notificados de la situación cuando apagaron las llamas: se trataba de un cadáver totalmente quemado, generando el hallazgo dos hipótesis: suicidio o asesinato.
En las últimas horas, por el análisis del suelo (descubrieron un líquido inflamable como kerosene o similar) y sin la detección de participación de terceras personas en el hecho (no se hallaron pisadas sospechosas o testigos) confluyeron que se trataría prima facie de una autoeliminación quemándose al estilo “bonzo”.
El caso revelado por El Sol ocurrió este miércoles por la tarde comenzó a ser investigado por efectivos de Homicidios y la fiscal Andrea Lazo. A los pocos minutos, llegaron familiares de quien sería la víctima, un hombre de 68 años que habita muy cerca del sector del hallazgo.
Si bien hasta este jueves no estaba confirmada formalmente la identidad -esperan por el resultado de un cotejo de ADN luego de practicada la correspondiente necropsia durante esta madrugada en el Cuerpo Médico Forense-, los propios parientes, entre ellos un hijo, aportaron su nombre, domicilio, edad y hasta una situación que lo mantenía más que preocupado desde la tarde del 7 de setiembre de este año, cuando una hija lo denunció por abuso sexual contra una nieta que actualmente tiene 11 años.
La mujer, de 41 años y oriunda del distrito La Primavera, se presentó el citado día a las 19.57 en la Oficina Fiscal Nº19 y denunció ante un ayudante fiscal y un auxiliar asistente que su hija le había contado que “su abuelo la había tocado abajo”.
En la presentación relató que, ese día por la mañana, sorprendió a su hija enviándole mensajes a un compañero y que la retó. Agregó que la niña se fue a acostar y que, promediando las 11, se levantó y le dijo que tenía la intención de hablar con ella. En esa conversación, le dijo que “el abuelo la había tocado abajo“. Ante los funcionarios judiciales señaló que se quedó “helada” y que no le preguntó nada más.
Durante la exposición explicó que su hija se dirigió luego a la escuela y que la llamaron las autoridades del establecimiento educativo porque la niña se encontraba llorando. Apenas llegó al colegio, la maestra le comentó que su hija le había contado mientras lloraba que su abuelo la había abusado. Por todo esto, la mujer se dirigió a la dependencia ubicada en Rodeo de la Cruz e instó la acción penal.
Por fuentes judiciales, trascendió este jueves que el sexagenario nunca fue imputado y que sólo le tomaron una declaración informativa.
Este miércoles, luego del hallazgo del cadáver, se conoció que el hombre se encontraba depresivo por esa situación y que podría haber decidido terminar con su vida. Los investigadores apuntaron la causa hacia esa dirección al confirmar que había dejado llaves, billetera y teléfono celular en su domicilio del barrio San Ricardo.
A pesar de esta hipótesis, que es la más fuerte, no descartan que se haya tratado de un asesinato y esperan por el resultado de estudios complementarios. En el informe preliminar de la autopsia que recibió Lazo en las últimas horas no se logró determinar si el restos presentaban alguna otra lesión producida con arma de fuego, cuchillo o golpes, debido a que estaban totalmente quemados.
Fuente: www.elsol.com.ar