Efectivos de la Unidad Investigativa Capital (UID) realizaron este miércoles tres allanamientos en Las Heras y Ciudad luego de una denuncia por violencia de género y terminaron descubriendo un búnker de almacenamiento y posible de venta de drogas. Hallaron una importante cantidad de cocaína, marihuana, un arma y una pareja fue detenida.
Los policías desplegaron tres medidas por pedido de la Justicia. En primer lugar, llegaron hasta una vivienda del barrio Unidad de Las Heras pero el resultado no fue el esperado. Después se dirigieron a una segunda propiedad, en la barriada El Libertador de Ciudad. Dado que allí tampoco encontraron rastros, se desplazaron a una tercera vivienda de este último complejo.
Cuando ingresaron e iniciaron la requisa, los pesquisas se sorprendieron al hallar evidencias de que allí había movimientos de estupefacientes con posible acopio y distribución para la venta en pequeñas cantidades.
En este último registro domiciliario, los policías de Investigaciones dieron con 9 kilos y medio de marihuana -distribuidos en 9 ladrillos- y 789 gramos de cocaína compactada en dos trozos y también en polvo.
Además, hallaron 13 paquetes de bolsas de polipropileno (al parecer, para ser utilizados en el fraccionamiento de las sustancias), recortes de papel glasé metalizado, una balanza de precisión, una cuchara, una tarjeta SUBE partida al medio (para cortar la cocaína), un recipiente de plástico y la suma de 70.560 pesos.
El procedimiento en ese domicilio no sólo fue de importancia con respecto al secuestro de drogas: dieron con una pistola Bersa 22 largo y 27 municiones de ese calibre. También incautaron los teléfonos celulares de las personas detenidas para peritajes.
Por disposición de la Justicia federal, los detenidos, una mujer y un varón de 23 años, quedaron detenidos en la U-32 en calidad de incomunicados, debido a la que la investigación estaba en sus primeros pasos.
Por otra parte, un niño de tres años que se encontraba en la propiedad y sería hijo de los sospechosos, fue derivado a los Equipos Técnicos Interdisciplinarios (ETI) y quedó bajo el cuidado de un abuelo.
Fuente: www.elsol.com.ar