Cuatro restaurantes de Mendoza consiguieron la máxima distinción global de la gastronomía, una estrella Michelín. Para alcanzar esta cima, sin duda que hay equipos de trabajo de excelencia pero en todos los casos a un chef líder, un jefe de cocina, que marca el camino que los lleva hasta el éxito.
Augusto García, es el mandamás de Zonda, el restorán de Sofía Pescarmona en la bodega Lagarde. Iván Azar, lidera los fuegos de Casa Vigil una marca registrada al mando de Alejandro Vigil y su esposa María Sance. Estos dos propuestas están ligadas a bodegas y marcas potentes de vinos. Es decir son los llamados restaurantes de bodega.
Luego están los chef de dos propuestas gastronómicas más urbanas, de los llamados locales a la calle. Uno es Azafrán, donde el chef al frente es Sebastián Weigandt. El restó ubicado en la calle Sarmiento de Ciudad, es el más antiguo de los cuatro que este viernes coronaron con estrellas. Y por último, Brindillas, un proyecto pequeño y personal que lidera el cocinero Mariano Gallego a la par con su esposa Florencia D ‘Amico, en la calle Guardia Vieja de Luján.
Los cuatro han hecho historia porque son los primeros en conseguir que la gastronomía de Mendoza obtenga estrellas Michelin. El rasgo que los caracteriza es el trabajo obsesivo, meticuloso, buscando platos distintos, pero también con la exigencia de mantener la identidad. Con todo esto en la mira, finalmente lograron estar en la cima.
Celebración con la crème de la crème
Con las distinciones en la mano, los ojos llorosos y extasiados por el triunfo, los cuatro chef hablaron de sus sensaciones en el Arenas Studios de la ciudad de Buenos Aires, donde se hizo la Star Revelation 2024, una ceremonia que juntó al mejor seleccionado gastronómico del país.
Iván Azar, de Casa Vigil Chachingo
Iván Azar de Casa Vigil, tiene 35 años y 19 trabajando en la gastronomía: “Es una locura estar acá. Yo pensé mucho en mi familia cuando subí al escenario. Cuando yo era chico soñaba con esto y hoy tenemos una estrella”.
Las cocinas de Iván ganaron dos estrellas porque también obtuvo una estrella verde que se otorga a los proyectos que le dan mucha importancia a las prácticas sustentables. “Es nuestro pilar fundamental, trabajamos con toda la comunidad de Chachingo y buscamos que predomine el producto mendocino, no usamos nada que no sea de Mendoza.
¿Qué viene a partir de ahora? “El proyecto ahora es mejorar. Hay que tomar a todos los clientes como si fueran inspectores”, dice entusiasmado el chef del restó que está en Chachingo, Maipú.
Augusto García, de Zonda
Augusto García, el líder de la cocina del restaurante de Sofía Pescarmona de la bodega Lagarde está la frente desde que abrió el restó ubicado en Mayor Drummond, Luján.
Dijo minutos después de ser premiado que no podía creer haber conseguido dos estrellas. Una estrella de excelencia y la estrella verde por trabajar bajo la premisas de prácticas sustentables.
“No me lo creo. Ahora que recapitulo, veo que aún podemos seguir mejorando, pero me doy cuenta que tenemos un equipo impecable. Me siento orgulloso no por mí, sino por todo Zonda”.
Zonda es un restaurante de nueve pasos, donde los comensales viven realmente la experiencia de ver cómo se arma el plato que van comer. Conocen la huerta y recorren todo el lugar. “El 50% de la producción sale de nuestra huerta orgánica y buscamos a productores locales para todo lo que necesitamos”.
Para Augusto conseguir la doble distinción en su propia tierra es el verdadero sueño del pibe. “Yo siempre soñaba -como les pasa a muchos cocineros- con irme a otros países para trabajar en un estrella Michelin y ahora espero que sea al revés”.
Sebastián Weigandt, de Azafrán
Sebastián tiene 30 años de carrera y está al frente del restorán más viejo de los cuatro que desde este viernes ostenta estrella. Es un negocio a la calle, a diferencia de los otros dos que son restaurantes de bodega. Cuando habla con Diario UNO arranca diciendo: “No es fácil hacer gastronomía en la Argentina. Para mí hay una gran una imagen gastronómica que es Gonzalo Aramburu que viene haciendo desde años una gran gastronomía”. Aramburu fue -justamente- el único de la Argentina que fue premiado con dos estrellas.
Sebastián hace incapié en que llegar a la cima es un proyecto que no se consigue solo. “Somos un equipo de 25 personas, no veo la hora de llegar a Mendoza para festejar con todos ellos. Nada de esto podría lograrlo sin el apoyo de mi familia, mi esposa y mis hijas”, dice conmovido.
Mariano Gallego, de Brindillas
Mariano junto con su esposa Florencia D´Amico están al frente de un restorán pequeño e íntimo. Humildes por sobre todas las cosas, dijeron a este diario que consideraban este premio “un mimo a tantos años de trabajo y sacrificio”. Llevan 24 años en el rubro y 15 al frente de Brindillas, con su local en la calle Guardia Vieja de Vistalba. Florencia completa: “Nosotros tenemos una propuesta honesta. Cuidamos mucho el producto, cuidamos la materia prima y tenemos un gran equipo. La constancia fue lo que nos sostuvo.“, dice muy convencida.
Clima de triunfo colectivo
A diferencia de otras premiaciones donde se respira más aire de competencia, acá primó la camaradería, los abrazos y las felicitaciones de todos hacia todos. La sensación de que los premios le hacían bien a todos. Sin duda esto es un dato que nadie dejó de resaltar, lo hizo la ministra de Turismo Nora Vicario, su par nacional Matías Lammens y lo hicieron las autoridades de la Guía Michelín encabezadas por la mayor autoridad global Gwendal Poullennec. Tener estrellas en un destino eleva la autoridad gastronómica, atrae más turismo y por lo tanto derrama beneficios para todo el sector.
Las estrellas verdes que Mendoza consiguió
La guía Michelin incorporó a sus premiaciones las estrellas verdes, que se conceden a los restaurantes que priorizan prácticas eco sustentables en su trabajo. Tres locales de Mendoza consiguieron esta recomendación: Casa Vigil y Zonda Cocina de Paisaje y Ricitelli Bistró el proyecto de Matías Ricitelli que tiene como chef a Juan Ventureyra.
Fuente: www.diariouno.com.ar