Sin acuerdos, este lunes se elige al próximo presidente de la Suprema Corte

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La disputa estará entre el actual mandatario, Dalmiro Garay y José Valerio. El voto “peronista” inclinará la balanza.

Este lunes, la Suprema Corte elegirá a su futuro presidente entre dos jueces de extracción radical: Dalmiro Garay, que busca su reelección, y José Valerio, uno de los especialistas en materia penal que tiene el máximo tribunal. La incógnita está puesta en los votos de los jueces filoperonistas, que serán claves en la definición.

Esta elección viene precedida de una serie de hechos que desgastaron a la Corte y mostraron que la grieta ya no era entre dos alas partidarias, sino que tenía que ver con la forma de entender el funcionamiento de la Justicia. Tal vez el episodio más destacado, tuvo que con decisiones que se tomaron en el seno del Consejo de la Magistratura y que generó revuelo y discusiones entre los supremos; a tal punto, que modificó la lógica de las relaciones entre los ministros.

Dentro del Poder Judicial se destaca que Garay cuenta con los apoyos de Teresa Day y Pedro Llorente, mientras que Valerio es respaldado por Mario Adaro. Las miradas están puestas en Omar Palermo, que mantiene la cautela y no adelantó su voto, y Julio Gómez, que si bien no brindó un apoyo explícito hacia Valerio, mostró diferencias con el actual presidente.

“No me parece prudente hablar antes de la elección”, respondió Palermo al ser consultado por El Sol. Gómez, por su parte, señaló que “ya tengo mi decisión, pero no voy a adelantarla por estricto acatamiento a la necesidad de expresarla libremente en el momento del debate. Lo que sí, me inclino por mantener las Salas I y II en sus respectivas materias Civil y Familia una, y Penal y Laboral, la otra“, expresó por su parte Gómez.

En tanto, Mario Adaro aseguró que el Poder Judicial perdió la oportunidad de hacer “una justicia más participativa” y aseguró que seguir eligiendo un presidente es “algo medieval”.

En los lugares donde la justicia mejor funciona, los máximos tribunales tienen presidencias rotativas y en lugar de elegir un plan y un modelo de justicia, perdemos tiempo eligiendo nombres. Esto es algo que atrasa“, señaló Adaro.

Cómo será la votación

Garay llegó a la presidencia de la Corte en el 2020, para completar el mandato de Jorge Nanclares (se jubiló), y fue reelecto por unanimidad en noviembre del 2021.

En octubre del año pasado, en medio de una gran polémica, se aprobó la ley de reforma de la Suprema Corte -impulsada por Rodolfo Suarez- que estableció que la presidencia será ejercida por quien obtenga 5 de los 7 votos de los magistrados. En el caso de que ningún candidato alcance esta mayoría, se repetirá la elección que se obtenga la misma diferencia. Si esta instancia fracasa, se pasa a una tercera; esta vez por mayoría simple.

En esta elección se deben elegir además a dos vicepresidentes -alcanza con mayoría simple-, quienes conformarán junto al titular de la Corte la Sala Administrativa, que tiene entre sus funciones designar funcionarios y empleados, organizar tribunales Inferiores y Juzgados; constituir sedes alternativas de los Tribunales; ejercer el control general y permanente sobre la administración de justicia y sus sistemas de administración financiera; administración de bienes y servicios, administración de recursos humanos.

La reforma como eje

La ley que reformó el funcionamiento de la Corte no sólo modificó la forma de elección de las autoridades del Tribunal Supremo, sino también la asignación de las causas.

Esta modificación estuvo cargada de discusiones en la Legislatura y en Tribunales, obligando a los propios magistrados a presentarse ante los diputados y senadores para hacer sus propios aportes e intentar conseguir los consensos necesarios con las distintas fuerzas políticas para destrabar la aprobación del proyecto.

La principal novedad que incluyó el proyecto fue el sorteo de las causas que llegan al máximo tribunal y la progresiva eliminación de las salas I (Civil y Comercial) y II (Penal y Laboral). El objetivo, de acuerdo con el Ejecutivo, fue terminar con el denominado “fórum shopping” o un tribunal a conveniencia del demandante.

La Sala I de la Corte estaba integrada por Gómez (de extracción peronista), Day y Llorente, magistrados afines al radicalismo. Mientras que en la Sala II estaban los filoperonistas Adaro y Palermo, y Valerio, que viene del seno radical. A esta última ingresaron el 75% de las demandas en los últimos seis años.

En este sentido, la nueva norma estable que el sorteo para elegir los jueces del tribunal que tengan que resolver los diferentes fallos se realice entre los siete magistrados. Es algo que comenzará, supuestamente, a partir del 2024. Por ahora, sólo son buenas intenciones plasmadas en una ley.

FUENTE: Elso.com.ar

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