Mientras Alfredo Cornejo comienza a preparar e imaginar ya con datos reales y una proyección un poco más clara hacia dónde intentará guiar la provincia en su segundo mandato, que arranca el 9 de diciembre, ya sabe que, de entrada, tendrá menos recursos por coparticipación por el impacto de la eliminación de Ganancias para unos 800.000 empleados de ingresos altos en todo el país y el del Compre sin IVA, ambas medidas tomadas por Sergio Massa y apoyadas por el presidente Javier Milei desde su banca de Diputados.
En términos reales, la pérdida anual proyectada será de dos nóminas de salarios de los empleados públicos provinciales, entre 70 y 80.000 millones de pesos menos. Pero podría incrementarse al doble de esas cifras, dependiendo de cuánto varíen los salarios y las modificaciones al Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), de acuerdo con el cálculo que manejan en Hacienda de la provincia.
La detracción en la coparticipación ha sido el tema central que le ha dado vida a las dos reuniones de gobernadores provinciales en la CABA, que se realizaron este martes. Una, la de la Liga de Gobernadores de los diez representantes de Juntos por el Cambio, entre los que está Mendoza, claramente; la otra del grupo de mandatarios peronistas entre los que están quienes ganaron sus elecciones y los que perdieron en manos o bien de Juntos por el Cambio o de fuerzas territoriales o provinciales.
Chubut, Santa Fe y Entre Ríos serían las provincias de Juntos por el Cambio con problemas para hacerles frente a los gastos extras de diciembre; por el lado del peronismo Buenos Aires, el mayor estado subnacional argentino, gobernado por Axel Kicillof, quien analiza salir a gestionar un crédito extraordinario frente a la escasez de recursos, y ante un Milei que ha advertido que comenzará a gobernar sin plata para la obra pública y mucho menos para mantener las partidas discrecionales no automáticas, como los adelantos del tesoro nacional (ATN), que dejarían de utilizarse por parte del Ejecutivo nacional.
Los cinco gobernadores radicales, más los tres del Pro y los dos de partidos provinciales, junto a un centenar de legisladores y referentes de la coalición opositora, volvieron a debatir el tema financiero y la estrategia política que se darán con Milei: entre ser por demás oficialistas y convertirse en una suerte de guardia pretoriana del libertario frente a los embates del kirchnerismo con representación parlamentaria o más bien asumir un rol de opositores medidos, asumiendo el rol del control de la marcha de la gestión nacional, garantizando a la vez gobernabilidad al nuevo gobierno. En algún momento, según se pudo reconstruir de las consultas a las fuentes participantes del encuentro, el debate subió de tono ante la propuesta de una parte del Pro de sumarse decididamente a Milei, institucionalmente, lo que en principio quedó descartado. La fórmula o estrategia que ganó por mayoría es la de que nadie podrá impedirle a un referente de Juntos por el Cambio que se sume al gabinete de Milei, como bien podría ser Patricia Bullrich, eventualmente, Luis Petri, si lo llaman para Defensa, o cualquier otro, aunque lo tendrían que hacer a título personal, sin comprometer a la coalición, o lo que queda de ella, y por la que algunos, como Cornejo, hacen todavía esfuerzos para mantenerla unida frente a lo que viene.
Lo que sí quedo claro, en principio, es que los gobernadores y los legisladores de Juntos apoyarían fuertemente la línea de acción que Milei le impondría a su gobierno y con la que llegó a ganar las elecciones: un cambio drástico al rumbo económico, la desregulación y la apertura de toda la actividad, el orden fiscal, la baja del gasto y de la presión impositiva. “No se trata de apoyar todo ni que se convierta en un cheque en blanco, en absoluto. Pero sí de un apoyo con matices”, dijo una de las fuentes, asistente al cónclave que se realizó en el barrio de Palermo, en la CABA.
Cuando la tensión subió, en aquel tramo de la discusión sobre la estrategia política y el alcance de los apoyos a Milei, quienes se manifestaron a favor de encarar una postura de responsabilidad recordaron los primeros meses del gobierno de Alberto Fernández, cuando fue la oposición la que le acercó los votos para encarar la renegociación con el FMI. Fue un ejemplo, según aseveraron los que se inclinan por un apoyo con matices, para nada incondicional como parte del Pro planteó.
De forma paralela a este encuentro, los peronistas tenían el suyo en la sede del Banco Provincia, territorio de Kicillof. Allí se discutía qué hacer frente a la falta de recursos para pagar los sueldos y aguinaldos de diciembre, y recibían, a la vez, a Guillermo Francos, el ministro de Interior que tendrá Milei desde el inicio de la gestión. Y sobre ese punto, los gobernadores de la Liga volvieron a ratificar su posición legislativa cuando la modificación de Ganancias llegó al parlamento y los radicales, particularmente, se opusieron a los cambios bajo el argumento de que se desfinanciarían las provincias, además de levantar dudas sobre la compensación que les prometía Massa en su carácter de ministro de Economía y candidato a la Presidencia, a la vez.
“Fuimos criticados, cuestionados, pero ahora todos saben que defendimos una posición responsable en un lugar muy incómodo, porque habrá provincias que tendrán serios problemas para pagar los aguinaldos y financiar el Estado”, dijeron.
FUENTE: elsol.com.ar