El caso de Marlene Quiroga, la mujer de 30 años que fue encontrada sin vida la semana pasada en un canal de riego de San Carlos, se investiga como femicidio. El fiscal de la causa, Facundo Garnica, imputó al novio de la víctima y a su hermano por homicidio agravado por mediar violencia de género y se analiza si se acusará por el vínculo. El cadáver presentaba varios golpes previos a la muerte, descartando la hipótesis inicial que se inclinaba por un accidente fatal. Con este hecho, son siete las mujeres asesinadas en Mendoza durante este año.
La teoría sostiene que a Quiroga la mataron a golpes. Durante la necropsia, hallaron restos de piel bajo sus uñas (lo que evidenció que se defendió de algún tipo de ataque) y realizará un cotejo con el perfil genético de los sospechosos para determinar si resulta positivo con alguno de ellos.
La mujer era oriunda de la ciudad de Pichanal, Salta. Se trataba de una trabajadora golondrina, madre de tres hijos, que dejó de ser vista cuando se dirigía a realizar una compra.
El día que descubrieron su cuerpo
Un hombre que se encontraba regando en la finca More, ubicada en la calle Libertad y Callejón Las Coloradas, el lunes 4 de diciembre, notó que se redujo el caudal de uno de los canales. Cuando se aproximó a la compuerta, observó un bulto con basura alrededor, por lo que pensó que se trataba de un animal, indicó.
Acto seguido, contó que sacó los residuos que había encima y determinó que se trataba de una mujer. Con el paso de las horas y el resultado del informe forense en su despacho, el fiscal Garnica avanzó con detenciones, imputaciones y una serie de peritajes.
Una vez que se conozca el resultado de la comparación genética, la situación procesal de los dos sospechosos podría complicarse o, en su defecto, direccionarse hacia su beneficio.
El trágico destino de más mujeres
La primera víctima del año fue Jesica Olguín, de 33 años, estrangulada y asesinada el 23 de enero en su casa de Las Heras. Su ex pareja y padre de sus dos hijos, Juan Manuel Tarres Ríos (47), fue imputado por femicidio y deberá enfrentar un jurado popular. Ese proceso estaba previsto para que comenzara la semana pasada pero se suspendió porque el acusado cambió de representante legal.
A menos de un mes, el 13 de febrero, Yoo Kyunga, de 49 años, fue asesinada en una finca de San Martín. La mujer surcoreana había decidido cortar la relación con su pareja de la misma nacionalidad, Seong Jin Kim (65), quien no aceptó esa decisión y la estranguló hasta matarla.
Otro femicidio también tuvo lugar en el Este provincial al poco tiempo. Rosa Alfaro, de 53 años, murió el 26 de mayo en su casa de Montecaseros, San Martín, tras recibir un balazo en el corazón. Su esposo Gustavo Repetto, con quien llevaba 32 años de matrimonio, fue imputado a la pena máxima luego de obtener el resultado del barrido electrónico de pólvora, que ubicó en situación de tirador al acusado.
A los cinco días, Ivana Molina, de 39 años, fue vista con vida por última vez el 1 de abril en el barrio Las Rosas, de Ciudad. Su pareja, Carlos Díaz (64) fue la última persona que la vio con vida. Había escapado a Buenos Aires y allí, la Policía Federal Argentina (PFA) lo capturó y lo trasladó a Mendoza para ser imputado por el femicidio de la mujer.
Hace seis días, Vanina Gabriela Videla, de 33 años, murió apuñalada por su ex pareja cuando llegaba a su casa del barrio El Carmen, Guaymallén. Esteban Fernando Rodriguez (31) la amenazó durante toda la jornada, expresó la víctima antes de fallecer.
Casi 72 horas después, Malén Ledesma, de 24 años, fue prácticamente degollada por su pareja, identificado como Iván Gabriel Juárez (24), cuando volvían de haber pasado la tarde juntos.
El femicidio ocurrió cuando el joven se bajó de la camioneta Toyota Hilux en la que circulaban a orinar. Al subirse, atacó a Ledesma y de una patada, la sacó del vehículo. Protagonizó una intensa huida mientras era perseguido por Blanco Encalada, Luján de Cuyo, pero finalmente fue atrapado.
Fuente: www.elsol.com.ar