La senadora nacional Anabel Fernández Sagasti brindó una entrevista en la cual hizo mención a los temas más calientes de la agenda política, en medio de un verano que parece no dar respiro en lo que respecta a los vaivenes que atraviesa la Argentina. En la Cámara alta, la legisladora mendocina forma parte de la mesa chica de Unión por la Patria (en el Congreso se sigue llamando Frente de Todos) y, en ese orden, se mostró muy crítica con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y la ley ómnibus del presidente Javier Milei al asegurar que existen “inconstitucionalidades”.
Además, apuntó contra el gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, y sostuvo que “arrancó la gestión más preocupado por quedar bien con Javier Milei que por resolver los problemas de Mendoza”. A la hora de hablar del proyecto para subir a 8% las retenciones al vino- el cual será tratado en el Congreso junto con otro paquete de leyes-, señaló que existe “una oportunidad para que todos demostremos que defendemos a la provincia más allá de las pertenencias partidarias”.
– ¿Le preocupa la actual situación de la Argentina?
Estoy preocupada, como todos. Los argentinos ya la veníamos pasando mal y ahora tenemos un presidente que nos plantea que hay que sufrir los próximos 15 años para poder empezar a dejar de sufrir. Es medio raro. O perverso… No lo sé. Yo no creo que tengamos que naturalizar la idea de sufrir para algún día estar mejor. A los argentinos ya nos vendieron eso muchas veces y siempre salió mal.
– ¿Cómo ve el país en tres meses ?
Quisiera ser optimista, pero es difícil. Ni el propio gobierno lo es, ni nos da esperanza. Nos dice que viene peor. Entonces, si el que comanda el barco te dice que viene peor, ¿qué vas a esperar?
– ¿Qué opina de la Ley ómnibus y del DNU de Javier Milei?
Ante todo el DNU es inconstitucional. Mi preocupación es que están pensando un país sin la gente adentro. Sin el ciudadano de a pie y sus problemas. No se puede gobernar para todos menos para la gente. La ley y el DNU tienen un apartado para todos, menos para la gente. Empresarios, financistas, mercado, pero el tipo de a pie con sus problemas… ¡afuera! El DNU tiene cosas interesantes para debatir, pero la forma que eligió es déspota. Ya se está viendo que es inconstitucional, avasalla a la República y pisotea al Congreso.
De la ley ómnibus me preocupa, sobre todo, el paso del Fondo de Sustentabilidad de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) al Tesoro Nacional. Esto significa, básicamente, que el Gobierno se está rifando las jubilaciones de hoy y las del futuro. La retenciones al vino es una marcha atrás que debemos evitar.
Hay algunas cosas en las que estoy de acuerdo, como los juicios por jurado, que fue una ley de mi autoría en Mendoza, o la obligatoriedad de que los extranjeros no residentes en Argentina paguen por la educación universitaria. Pero al transformarla en una ley ómnibus donde se mezclan todos los temas, se hace difícil porque lo principal opaca lo accesorio.
– ¿Qué opinión tiene de Javier Milei?
Que está realizando un ajuste neoliberal clásico. El liberalismo que nos prometió en campaña es solo para sus amigos y los grandes empresarios. Que nos dijo que venía a combatir a la casta y, por ahora, sólo combatió a la clase media, a los trabajadores y a los jubilados.
– ¿Y de Alfredo Cornejo?
Arrancó la gestión más preocupado por quedar bien con Milei que por resolver los problemas de Mendoza. No se puede gobernar a base de encuestas y focus group. Lo veo ausente, inmiscuido en la rosca nacional pero no en la gestión del día y a día. Y los problemas se acumulan. Y, por ahora, de ideas o una impronta de nueva gestión, ¡¡cero!!
– ¿Qué le dice la gente en la calle?
La gente está con miedo. Incertidumbre. Tenía miedo antes, y ahora está confirmando sus miedos. Muchos me piden firmeza y garra para luchar contra el DNU. Otros, que seamos prudentes y lo dejemos a Milei gobernar sin decir nada. Yo les digo a todos lo mismo: mi compromiso es trabajar, estudiar y defender a Mendoza primero. También las convicciones que me llevaron al lugar donde estoy gracias al voto popular. Honestidad intelectual le suelen decir, que hoy suele escasear como en cada cambio de gobierno. Algunos cambian de ideas como el camaleón por interés cada vez que cambia el gobierno. No será mi caso.
– ¿Usted se tomará vacaciones?
No, estamos en actividad en el Congreso Nacional. Estamos trabajando mucho así que no hay vacaciones en mente. Será para otro momento.
– ¿Hace ajustes en la economía de su hogar? ¿Cuáles?
Sí, como todos. Busco ofertas, aprovecho descuentos con las tarjetas. Con mi familia hacemos compras comunitarias en la feria, por ejemplo, en el caso de frutas, verduras y después nos dividimos la mercadería, lo cual recomiendo mucho.
– ¿Cuál es el dirigente político o la política con quién usted tiene más diálogo?
En estos tiempos la situación nos demanda amplitud y diálogo, por lo que estoy en contacto con todos los espacios políticos, sobre todo los que tienen representación en el Senado, donde me toca trabajar. Tengo mayor afinidad con dirigentes de mi partido. Lo mismo ocurre en Mendoza, donde intento mantener contacto fluido con todos los sectores, especialmente dentro del peronismo.
– ¿Qué postura debe adoptar Mendoza frente al Gobierno nacional ?
Creo que los legisladores mendocinos deberíamos tener una estrategia común para defender el desarrollo y la producción mendocina. El intento de Milei de imponer las retenciones al vino, por ejemplo, es una oportunidad para que todos demostremos que defendemos a la provincia más allá de las pertenencias partidarias. En ese camino me encontrarán, o intentando buscarlo como mínimo.
FUENTE: MDZonline.