La fuga de un preso a través del agujero que tenía en el piso un furgón policial dejó en evidencia el estado en el que se encuentran algunos de los vehículos que día a día se utilizan en la fuerza provincial.
El insólito escape estuvo protagonizado por Roberto Carlos Bairac Farías, un malviviente oriundo del sector este de Guaymallén, más precisamente en el límite entre los distritos de Los Corralitos y Puente de Hierro. Justamente, en esa zona fue recapturado a los pocos minutos de la huida.
Apodado como el Chinaco, desde hace más de una década que viene siendo sindicado junto a sus hermanos por robos, tiroteos y amenazas, entre otros hechos delictivos. Incluso, durante una época detectives policiales lo vinculaban a la temible banda de Los Cataldo.
Actualmente, Bairac Farías se encuentra señalado por el intento de asesinato a una chica de 20 años, ocurrido el jueves 4 de este mes en el barrio Grilli Sur. Por el mismo episodio fue detenido David Ezequiel López Peletay, alias el Japo, quien terminó imputado y pasó a la cárcel.
Pero la situación del Chinaco es aún más complicada, ya que también está sospechado por un abuso sexual, violación de domicilio y coacciones contra la misma chica que había sufrido días atrás le habían dado un disparo en la cabeza y en el que salvó su vida milagro.
Por esa investigación que lidera el fiscal de Homicidios Carlos Torres, Bairac Farías fue imputado y se ordenó su traslado a prisión, el cual debía hacerse efectivo la mañana de este martes, pero todo se complicó con el escape desde el interior del vehículo policial.
La fuga
Todo comenzó a las 10.20 cuando un taxista alertó a la línea de emergencias 911 que se acababa de cruzar con un colega en el cruce de calle Urquiza y Lateral Norte del Acceso Este, quien llevaba a un sujeto con esposas colocadas hacia la zona de Los Corralitos.
Casi al mismo tiempo, la empresa de seguridad Colsa, especializada en el control satelital de transportes, dio aviso sobre la activación de la alarma de pánico del taxi que llevaba al sospechoso.
Al cabo de algunos minutos, policías localizaron al trabajador del volante, quien les explicó que el preso lo abordó en las paradas de colectivos de la Terminal Mendoza, en San José, y notó que se estaba tapando con un trapo las esposas que tenía puestas.
El chofer continuó relatando que lo llevó hasta rotonda de Salcedo, donde descendió y continuó su huida a bordo de una bicicleta, surge del procedimiento policial.
Con esa información, se montó un importante operativo en el este guaymallino, en el que se utilizó también un dron de la División VANT (Vehículos Aéreos No Tripulados) y se logró atrapar a Bairac Farías frente a una casa de la manzana J del barrio Grilli Sur.
Por su parte, continuando las averiguaciones, se estableció que el Chinaco había escapado de un furgón en el que efectivos lo estaban trasladando junto a otros seis detenidos a Sanidad Policial y luego a la penitenciaría.
La información sostiene que ese vehículo tenía un agujero de unos 50 centímetros y Bairac aprovechó ese “desperfecto” para escapar en medio del trayecto. Los uniformados que iban en esa movilidad, recién advirtieron la fuga cuando llegaron al edificio de Sanidad, en calle Rivadavia de Godoy Cruz.
Sin paz
Andrea Estefanía Videla es la víctima de los hechos por los que se encuentran acusados el Japo López Peletay y el Chinaco Bairac Farías.
Hace casi tres años, un tío de la joven, llamado Alexis Videla Sosa (27), fue asesinado de 16 puñaladas en el barrio Grilli Sur. Por ese hecho fueron condenados dos pares de hermanos: los hermanos Héctor Eusebio y Mariano Domingo Peletay Arce y Fernando López Peletay.
El Japo, hermano de este último, también fue marcado como partícipe del hecho de sangre, pero la Justicia Penal de Menores lo dejó en libertad. En el último tiempo, protagonizó conflictos con familiares de Alexis Videla.
El pasado jueves 4, David López Peletay se cruzó con Estefanía Videla y le propinó un disparo en la cabeza: “Viste que te ibas a regalar, conchuda”, le dijo antes de accionar el arma.
La chica sobrevivió de milagro porque el proyectil ingresó y salió por el sector occipital derecho del cráneo, justo detrás de la oreja, sin generarle daño alguno en el cerebro.
Sin embargo, fuentes judiciales indicaron que luego la víctima volvió a sufrir un grave ataque en su domicilio: la amenazaron con arma de fuego y le produjeron tocamientos en sus partes íntimas.
Por ese hecho fue marcado Bairac Farías, quien finalmente fue detenido y luego protagonizó la fuga que este martes encendió la alarma policial.
Fuente: www.elsol.com.ar