Isabelino Rodríguez, presidente de Asociación Mendocina de Expendedores de Nafta (Amena) y de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), admitió que las ventas de combustible en la provincia bajaron un 20% después de la reciente liberación de los precios.
Sin embargo, en los últimos días también se supo que en algunas estaciones de Córdoba y Salta, por ejemplo, los incrementos empezaban a ceder a raíz de este derrumbe en la demanda de nafta y gasoil.
Isabelino matizó el dato en diálogo con el programa “El ventilador”, de radio Nihuil, y comentó: “Hay que ver hasta qué punto la demanda tolera todos estos aumentos”.
“Sinceramiento” en el precio de las naftas
“Hay que ver cómo se desarrolla este camino de sinceramiento de precios -siguió Rodríguez-. Se está hablando de ir hacia un valor import parity, que siempre ha estado en Argentina en la línea del dólar o dólar 20″.
El import parity es la llamada “paridad de importación”. Se vincula con cuánto costaría el combustible si hubiera que importarlo. Según ese criterio, el litro de nafta en Argentina debería superar largamente los $1.000; una cifra que dejaría a muchos a pie.
Y desde el sector añaden que en sólo dos meses hubo una escalada de hasta el 140%, lo que ha disminuido drásticamente la rotación del producto, que en algunos casos permanece almacenado en los tanques por más tiempo que antes.
Isabelino consideró: “Nosotros ya hemos visto una merma en nuestras ventas del orden del 20% o 25% en Mendoza y de al menos un 15% a nivel país. Y toda la línea premium ha sufrido una baja significativamente mayor”.
¿Cómo golpea esto a los estacioneros? Depende de la zona y del “banque” que tengan.
“Es un fenómeno que afecta a todas las banderas, pero las que más van a sufrir son seguramente las estaciones de servicio de pueblo, que no cuentan con la red de contención que tienen otras”, describió el entrevistado, aunque aclaró que por el momento “no se han detectado cierres“.
En febrero podrían llegar nuevos aumentos
A futuro -consideró el titular de los estacioneros locales- el panorama quedará configurado de acuerdo al juego entre factores fundamentales: la situación del mercado global, la posibilidad de futuras devaluaciones de la moneda nacional y el efecto que puede tener la inminente modificación del impuesto a los combustibles líquidos.
“Respecto a este impuesto a los combustibles líquidos, recordemos que el 1 de febrero se vencen las prórrogas que se habían aplicado durante el gobierno anterior y que se extendieron durante 8 trimestres. Si se decide trasladar eso a precios, implicaría otro aumento de aproximadamente el 10%“, comentó Rodríguez.
El impuesto involucra, según él, a $2.800 millones “que por ley debían ser trasladados a precios y que por razones de índole política estaban ‘frenados’“.
Fuente: www.diariouno.com.ar