El Gobernador respalda el acuerdo logrado en el Congreso, aún con la fragilidad que tiene. Celebran medidas que, igual, no tienen premio extra para la provincia.
El proyecto de ley ómnibus que Javier Milei considera como piedra fundamental de su Gobierno tiene el apoyo de Mendoza y, por lo tanto, de los legisladores del oficialismo. Ese respaldo es más retórico que político, pues Cambia Mendoza ha perdido peso propio en el Congreso. Sin embargo, la venia de Alfredo Cornejo es reveladora porque ratifica que, más allá de las diferencias, el mandatario mendocino decidió por la extrema resiliencia política. “Estamos conformes”, dijeron ayer luego del acuerdo para que haya despacho.
Los pocos diputados que responden a Cornejo apoyarán la ley. Algunos podrían marcar disidencias en particular, como casi seguro lo haga Julio Cobos. Aunque no estaba entre sus objetivos, Milei logró una plusvalía: más fisuras en uno de los principales frentes políticos: Juntos por el Cambio. La relación entre los referentes empeoró y la falta de respuesta a los liderazgos es notoria. Por eso prevalecieron las visiones individuales.
El cornejismo dice estar conforme, pues desde el inicio buscaba “darle a Milei las herramientas que pide”, aunque con limitaciones. En el oficialismo cuentan como un triunfo un hecho que no tiene premio, sino que deja todo como estaba. Se trata de la eliminación de las retenciones a las exportaciones de vino, una medida ya vigente y que Milei quería sacar, imponiéndole un 8%.
También cuentan como “triunfo” que se haya mantenido la potestad de los hidrocarburos en manos de las provincias, algo que está garantizado en la Constitución Nacional, pero que Milei atacaba al intentar avanzar sobre la llamada “ley corta” de hidrocarburos, que reglamenta esa “soberanía”. Sin embargo, no hay señales para impulsar y apoyar esa industria fuera de la explotación no convencional de Vaca Muerta, donde Mendoza es un jugador irrelevante por ahora.
“Nos gusta, queremos que tenga la ley, queremos apoyarlo. Hemos logrado sacar las retenciones al vino y también cambiar lo de hidrocarburos”, explican en el entorno de Cornejo, quien siguió las negociaciones desde España.
El foco está en los recursos. Ahora con la posibilidad de que se “recupere” algo de lo que la Nación recortó con el cambio en el impuesto a las ganancias. “Si eso ocurre, vamos a estar algo mejor”; explican. Igual, el Gobierno se prepara para “vivir con lo propio”, ajustando hacia adentro y con una visión humilde del primer año de gestión. Incluso ni Cornejo, ni los otros gobernadores aliados respondieron a las provocaciones del vocero presidencial, cuyas declaraciones estuvieron al borde de la amenaza política al sugerir que si no aprobaban la ley, habría restricciones en las transferencias.
Lo que no tiene aún un análisis fino es el impacto que tendrá la intempestiva suba en las tarifas de los servicios públicos regulados por la Nación. Es el caso del gas, donde los mendocinos además dejarán de tener el beneficio del descuento por zona fría. También cómo se ajustará en la provincia el transporte, que vendrá con una enorme inercia de esa impronta nacional.
FUENTE: Mdzonline.