La de Jesús Nazareno y la del barrio San Martín. Dos facciones de la barra del club Gimnasia y Esgrima de Mendoza se enfrentaron minutos antes del inicio del partido con Defensores de Belgrano en calles Boulogne Sur Mer y Juan B. Justo de Ciudad, a unos 150 metros hacia el este del estadio Víctor Antonio Legrotaglie, y el resultado fue trágico: un hombre de 32 años que se encontraba con grupo de Guaymallén -entre ellos amigos y su padre- sufrió un puntazo en el tórax y murió desangrado a los pocos minutos sobre una angosta vereda de cemento ubicado al norte de la calle principal.
El encuentro pactado a las 19.30 no se suspendió y comenzó con los pocos hinchas que ya habían ingresado, tal como dispuso la AFA.
Se contabilizaron también, al menos, diez heridos producto de golpes de puños, patadas y piedrazos que fueron derivados a diferentes hospitales. Uno de los lesionados se encontraba grave.
El ingreso al estadio se transformó en un caos difícil de controlar durante media hora. Cuando llegaron los primeros policías, lograron dispersar a los presentes y desactivaron nuevos incidentes. Hubo destrozos en paradas de colectivos y los elementos que utilizaron para atacarse (ladrillos y piedras) quedaron sobre la calle.
El asesinato ocurrido a las 18.10 de este domingo comenzó a ser investigado por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo. Si bien hubo aprehendidos en la escena por los uniformados que se encontraban de servicio en el lugar -como una mujer que llevaba un arma blanca-, el autor no estaba identificado. La víctima sí fue reconocida rápidamente: se trató de Ricardo Nicolás Balle, un hombre nombrado por su fanatismo por la institución junto con su progenitor.
Efectivos de Investigaciones llegaron hasta el teatro del hecho para iniciar los primeros trabajos de recolección de pruebas y sumaron testimonios de importancia, como los de dos hombres que se movilizaban en sillas de ruedas que permanecieron a su lado durante varios minutos.
Otros personajes del mundillo de la parcialidad más violenta de la hinchada fueron trasladados hasta una Oficina Fiscal para que cuenten lo que vieron y así poder armar el rompecabezas de responsabilidades y conocer cuáles fueron los motivos del violento encontronazo.
Trascendió que la filial de Jesús Nazareno se encontraba sobre calle Carlos Lencinas cuando llegaron hasta el lugar tres colectivos provenientes del barrio San Martín de Ciudad, ubicado cerca de allí.
Hubo cruces verbales que mutaron en golpes de puño y patadas y no pararon los gritos y las corridas. Testigos del conflicto detallaron a El Sol que “fue rapidísimo” y que “comenzaron a bolar piedras y ladrillos” frente a la estación de servicios YPF.
Los pesquisas creen que una cámara de seguridad ubicada en ese sector captó a los protagonistas del encontronazo e iban a ser analizadas como prueba para primera individualizar al homicida y luego intentar identificarlo.
Lo cierto es que Balle sufrió el puntazo en el pecho y desvaneció en cuestión de minutos por el dolor y la pérdida de sangre del pecho. Su padre, quien también resultó herido en el rostro, intentó ayudarlo con algunos allegados. También la policía. Sin embargo, sufrió un shock hipovolémico.
Científica trabajó en la escena pocos minutos. Llegó una ambulancia y médicos constataron el deceso. También atendieron a varios lesionados. Se ordenó el levantamiento del cadáver porque no se podía trabajar por el pesado ambiente que reinaba en la zona. Había temor de nuevos enfrentamientos y los restos fueron trasladados al Cuerpo Médico Forense para realizar la necropsia.
Fuente: www.elsol.com.ar