La elección de la Reina Nacional de la Vendimia tiene un reglamento provincial estipulado por ley para cumplir con ciertos requisitos a la hora de querer postularse. El texto tuvo una última modificación en el 2017, con el propósito de ampliar la participación, de hacerse más inclusivo y de evitar la cosificación en la figura de la mujer.
En el título 4, artículo 8, de la Ley 1.606 -en vigencia- se detallan los requisitos para ser reina. Ya no se habla de estatura ni peso ni cualquier otra condición física o social. Quien desee participar sólo tiene que tener 18 años cumplidos, secundario completo y acreditar domicilio en la provincia.
No obstante, cada municipio es autónomo y cada uno pone sus propias leyes a la hora de convocar candidatas para su fiesta departamental. En tiempos de inclusión social e igualdad de género, llama la atención que en algunos departamentos las candidatas deban medir más de 1,60 metros; o en otros las soberanas no pueden ser madres ni estar casadas o embarazadas al momento de su presentación y hasta tanto dure su mandato vendimial.
La restricción de estatura la encontramos, por ejemplo, en Lavalle y en Luján de Cuyo; mientras que también Luján y Malargüe mantienen su postura de prohibir la participación a mujeres que tengan hijos o sean casadas. Otra condición excluyente que se repite en algunos municipios es el límite de edad para competir por la corona departamental.
En los 18 departamentos, las postulantes deben ser mayores de edad; pero en Luján no deben pasar los 25 años y en La Paz, los 35. En cambio, en municipios como Guaymallén el límite se amplía hasta los 60 años cuando ya pasan a competir por la corona de reinas mayores.
La adhesión al reglamento provincial y los casos “rebeldes”
En un relevamiento que hizo Diario UNO, la mayoría de los departamentos adhiere al reglamento de la Provincia, hasta incluso en algunos de ellos sus requisitos son los mínimos e indispensables.
“Ser argentina, mujer en un todo de acuerdo a lo dispuesto por la Ley de Identidad de Género Nº 26.743. Tener como mínimo dieciocho (18) años al momento de la elección, acreditar estudios secundarios completos y aprobados, plena disponibilidad psicofísica y social; dos años como mínimo de residencia en el departamento que se presenta a excepción de la candidata representante de la Ciudad de Mendoza, dado que por uso y costumbre, las mismas pueden provenir de organizaciones deportivas, sociales y culturales con asiento en el territorio capitalino”, reza el texto de la ley provincial 1.606.
Si bien la edad de 18 años en adelante se impone en todos los requisitos para quienes deseen competir por la corona departamental y luego, la nacional; muchos municipios adhieren en plenitud al reglamento provincial sin especificación alguna, otros marcan condiciones básicas y algunos tienen sus propias reglas.
San Martín, General Alvear y Junín, por ejemplo, simplemente adhieren a los requisitos de la Provincia. Las lasherinas, las representantes de la Ciudad de Mendoza, de Santa Rosa, las maipucinas y las godoycruceñas sólo deben ser mayores de 18 al día de la fiesta, tener domicilio en el departamento y secundario completo. La misma línea sigue Tupungato, departamento que en 2018 dio la primera virreina nacional madre en la historia de la Vendimia con María José Di Marco.
Guaymallén muestra uno de los reglamentos más amplios e inclusivos; para su vendimia de este viernes se postularon mujeres casadas y con hijos, y el límite de edad fue 60 años -ya que a partir de ahí compiten a reina del adulto mayor-. Este municipio protagonizó un capítulo destacado en la historia de elección de reinas de la vendimia que concluyó el año pasado a partir de una definición judicial. Y ahora el intendente Marcos Calvente aplicó nuevas reglas para las postulantes que incluyó rendir un examen para llegar a la competencia.
Por otro lado, cada vez son más los municipios que incluyen en el cronograma de actividades de las candidatas una serie de capacitaciones, la mayoría relacionadas a la elaboración del vino, las danzas tradicionales de la región y la oratoria.
Además, quienes obtengan la corona departamental deberán presentar un proyecto social para implementar en su comunidad de ser electas reinas nacionales; así como de no ganar podrán llevar a cabo su proyecto con ayuda o en colaboración con el municipio al que representa.
Lejos de mermar, el interés por ser reina de la Vendimia crece
Contrario a lo que se pueda pensar en este siglo XXI, los municipios consultados por UNO remarcaron que aumentó la cantidad de postulantes a soberanas departamentales respecto a otros años.
Guaymallén tuvo más de un centenar de mujeres que buscaron ser candidatas, en Maipú se inscribieron 90 chicas y en Las Heras, 60.
El resto de los departamentos, en menor medida, percibieron del mismo modo un interés por competir. También se dio porque en algunos casos han ampliado la representatividad más allá de sus distritos también de barrios, clubes o entidades sociales.
En Tupungato aspiraron 4 candidatas el año pasado, mientras que este año serán 9 las que busquen quedarse con la corona de su departamento el próximo 10 de febrero. Su vecino del Valle de Uco, Tunuyán, tuvo 15 candidatas para su fiesta programada para este jueves 1 de febrero, “muchas más que el año pasado”, destacaron desde el municipio.
En los últimos años, General Alvear ha conseguido mayor adhesión de concursantes, ya que antes sólo competían los distritos del departamento (San Pedro del Atuel, Alvear Oeste, Bowen y Ciudad); pero luego se sumaron otros parajes como Los Compactos, Juncalito y La Marzolina. Y este año incorporaron barrios icónicos de la ciudad como El Caldén y San Carlos.
“Acá cada delegación municipal, comisión vendimial o establecimiento con personería jurídica busca una posible o posibles candidatas que cumplan con los requisitos y se les consulta si desean o no representar al distrito, paraje o barrio; si aceptan, automáticamente son postulantes. Este año se hizo solo un acto de coronación para las 8 candidatas, otros años se hacía una fiesta de coronación por cada representante“, explicaron desde la Coordinación de Reinas del municipio alvearense.
Pese a ser uno de los lugares donde se piden más requisitos -ser solteras, sin hijos y ser mujer “de nacimiento”- Malargüe tuvo más chicas interesadas que otros años.
En cambio, los departamentos del Este como San Martín y La Paz mantuvieron el mismo número de inscriptas que en otras ediciones vendimiales.
Desde Santa Rosa, advirtieron que la tendencia se mantiene, hay muchas chicas que quieren participar, pero en muchos casos no lo hacen porque “se les dificulta el tema de la facultad, están rindiendo en esta época y le dan prioridad al estudio”. Entonces ven que se presentan las santarrosinas que ya terminaron sus estudios terciarios o universitarios “y tienen el tiempo necesario para dedicarle a la competencia”.
Mientras más inclusivo, mayor participación
Desde la Corenave (Comisión de Reinas Nacionales de la Vendimia) pujan por una mayor apertura en la competencia al cetro vendimial. De hecho, actualizaron el reglamento provincial eliminando del anterior exigencias referidas sobre todo a las condiciones físicas de las aspirantes. Sin embargo, pueden invitar a los 18 municipios a adherir a la ley pero, en el plano concreto, obligarlos es más difícil.
Un tema latente del que prefieren casi no expresarse algunos municipios es el del requisito de ser mujer “de nacimiento” o “en un todo de acuerdo a lo dispuesto por la Ley de Identidad de Género Nº 26.743″, tal como lo establece la ley que regula la competencia a Reina Nacional de la Vendimia.

Marcela Anahí Gaua representó a Tunuyán en la Vendimia Nacional 1988 y fue electa reina nacional. Forma parte de la Corenave.
La psicóloga tunuyanina, soberana nacional 1988, recordó que “se trabajó durante mucho tiempo en ampliar los ítems para el reglamento de la Reina Nacional de la Vendimia”.
En cuanto al aumento de mujeres que se postulan para ser soberanas vendimiales, Gaua consideró que “depende del departamento”. Y explicó: “Que Maipú tenga 90 candidatas es increíble, te da la pauta del interés; de todos modos también estuve este fin de semana en una vendimia departamental donde había pocas postulantes, pero todas con unas ganas de ser reinas, de vivir la fiesta, compenetradas con la identidad de eso que tanto las representa”. Así que para ella “no importa tanto el número de candidatas sino con qué intensidad se vive vendimia y la calidad de los vínculos que la fiesta genera en las chicas”.
En este sentido, Gaua reconoció que el interés de las candidatas también puede pasar por una oportunidad laboral.
“De alguna manera, cada una termina visibilizándose en su rol de soberana y muchísimas quedan después trabajando en los ámbitos estatales o en el ámbito privado de sus profesiones; la vendimia les dio la posibilidad de mostrar lo que saben hacer”, concluyó.
Fuente: www.diariouno.com.ar