Los locales de comidas rápidas del Gran Mendoza se vieron repletos de jóvenes este miércoles al amanecer, porque cientos de alumnos del último año de la secundaria decidieron tomar un desayuno o comer hamburguesa antes de ingresar al colegio y después de haber festejado toda la noche el UPD (Último Primer Día).
Con remeras con inscripciones alusivas a este último inicio del ciclo lectivo de nivel secundario que están iniciando, los adolescentes se mostraron felices por estar despidiendo esta etapa de sus vidas. Los uniformes escolares, claro está, se quedaron en casa -o en las mochilas para los colegios que lo exigen al ingreso- ya que los looks -sobre todo de las chicas- se parecían más bien a una salida al boliche. Es más, muchos grupos estudiantiles hasta se diseñaron vestuario para ir todos iguales y “con onda” al UPD.
Una recorrida reflejó la alegría de los jóvenes que disfrutaban de una rica hamburguesa o un buen café para recargar energías, tras haber pasado toda la noche de festejo. Varios jóvenes procuraron controlarse con el alcohol para asistir a clases sin problemas.
La mayoría de las fiestas del UPD estuvieron custodiadas por padres o madres que se mantuvieron despiertos toda la velada para evitar desmanes o excesos en los estudiantes. Otros grupos prefirieron alquilar un salón con seguridad privada también para que la celebración no se descontrolara por el consumo de alcohol o estupefacientes.
Desde el Gobierno habían salido a aclarar este martes que no había ningún evento autorizado y podía haber clausuras de fiestas del UPD y multas de hasta $700.000 para padres de menores alcoholizados.
En las puertas de las escuelas se podían ver esta mañana canastas repletas de facturas y termos de café que algunos padres ofrecían a sus hijos y compañeros, así como docentes les daban la bienvenida al UPD, un último primer día de clases que quedará en la memoria de los protagonistas.
Fuente: www.diariouno.com.ar