Minutos antes de morir y mientras agonizaba en la silla de ruedas donde pasaba sus días, Miguel Ángel Valdivia Ortiz (24), el Pollo, alcanzó a cruzar algunas palabras con su hermano Mariano (20). En ese momento, todo era desesperación. El más chico de los jóvenes se encontraba en la misma gomería de sus abuelos cuando se perpetró el ataque sobre calle Salvador Civit 980, hacia el oeste de Joaquín V. González de Godoy Cruz, y se transformó en el testigo más destacado de la instrucción.
Al Pollo Valdivia, quien se había refugiado días antes en el negocio por pedido de sus allegados porque se encontraba en riesgo en su domicilio de la manzana F del Campo Papa, le dispararon este miércoles a las 19 nueve veces a corta distancia con una pistola calibre 9 milímetros.
“Fue el Tatotito”, alcanzó a confirmarle a Mariano mientras perdía sangre por diferentes partes del cuerpo. La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital del Carmen en un vehículo particular, pero los médicos de guardia nada pudieron hacer para mantenerlo con vida y confirmaron el deceso.
Con ese dato aportado por Mariano Valdivia a los policías de la División Homicidios de Investigaciones, lo que volcaron otros testigos en sede judicial y el análisis de una cámara de seguridad de un quiosco -la que detectó a los dos sujetos que llegaron hasta la escena en una moto con el claro objetivo de ultimar al Pollo-, el fiscal Gustavo Pirrello identificó a los dos presuntos autores del crimen la misma jornada del hecho de sangre.
Este jueves por la tarde, ambos sujetos, quien son marcados como “la pata juvenil” de una de las bandas narco por poder en el sector, se encontraban en la orden del día.
El Tatotito, actualmente con 20 años e identificado como Nehuen Ariel Martínez, es un personaje conocido por detectives policiales y judiciales. Es íntimo amigo de Mauro Jesús Gelvez (20), el hijo de la jefa narco del oeste godoicruceña Sandra Jaquelina Vargas (47), quien fue baleado el 29 de enero en el barrio Los Paraísos en medio de la guerra narco que viene generando terror en los complejos del pedemonte.
Siendo menor de edad, al Tatotito lo aprehendieron varias veces y ya había protagonizado algunos cruces con el Pollo Valdivia en el Campo Papa. De acuerdo con la instrucción que lideró la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, fue uno de sus agresores el día que el Pollo recibió tres balazos y perdió la movilidad de sus piernas. “Se tenían bronca. No es una cuestión nueva. Esto viene desde hace años y dieron la orden de matar al Pollo”, contó un investigador a El Sol.
El otro sospechoso que se conducía la moto en la que llegaron hasta la escena el miércoles por la tarde, también es marcado en diversas investigaciones. Lo conocen como Nico (se reserva su identidad) y Mariano Valdivia también lo señaló como el otro hombre que llegó hasta la escena.
El Pollo Valdivia era señalado como uno de los vendedores de drogas más importantes del oeste de Godoy Cruz. Se mostraba armado y desafiante en redes y estaba sindicado como uno de los protagonistas principales de la guerra de las bandas que buscan ganar terreno en el narcomenudeo. Se movía con su amigo y presunto socio, Alan Forquera, conocido como el Farolito.
La hipótesis principal sobre su asesinato apunta a esas viejas broncas por la venta de drogas y la lucha armada “entre pichones y soldados” de los narcos de mayor poder en el sector.
Su hermano Mariano había sido capturado con una importante cantidad de dosis de cocaína para la comercialización-33- y 268.500 pesos el martes 30 de enero en su casa de la manzana F del Campo Papa. Extrañamente, para los investigadores de la provincia, recuperó la libertad por resolución de la Justicia federal y estaba cerca de su hermano cuando fue acribillado.
Justamente, el joven ultimado se encontraba en silla de ruedas porque había sido atacado balazos con pistolas calibre 9mm y 380 a las 16 del 9 de noviembre del 2021 en la puerta de un domicilio de la manzana Ñ del citado asentamiento.
Fue luego de que dos jóvenes rivales de la zona, el Gordo Adrián (Adrián Estrada) y el Tatotito, por aquellos días menor de edad, dispararan contra él y un amigo llamado Gabriel Valentín Cabral mientras circulaban en un auto.
Valdivia fue a buscarlos al domicilio y les ofreció pelear mano a mano para terminar con los problemas, pero la respuesta fueron disparos: Cabral recibió un proyectil en la espalda y el Pollo Valdivia sufrió múltiples heridas: presentó orificios en el hombro derecho, región dorsal paravertebral derecha, tibia y peroné y lesión medular completa nivel de dorsal 5.
El Gordo Adrián fue capturado ese mismo día por personal policial minutos después de los hechos, tal como publicó y reveló este diario en una serie de informes cuando ocurrió el hecho.
También fue apresado el Tatotito Martínez, luego de que ambos escaparan de la escena y fueran protegidos por una mujer identificada como Emilce Arancibia, quien conducía un Peugeot 207 y los trasladó hasta la manzana F del barrio La Esperanza, donde fueron interceptados por efectivos de la Unidad Motorizada de Acción Rápida (UMAR). Esa mujer, quien accedió a una suspensión de juicio a prueba por este caso, es señalada como amiga de la Yaqui Vargas.
El Tatotito quedó a disposición de la Justicia Penal de Menores y Estrada fue condenado el año pasado por tentativa de homicidio a casi 9 años de encierro.
El asesinato del Pollo Valdivia generó un fuerte cimbronazo en el Campo Papa. Horas después del hecho, las bandas volvieron a enfrentarse en diversos sectores. Las detonaciones de armas de fuego se escucharon durante la madrugada y varios testigos las registraron con sus celulares. El Sol accedió a los audios de los cruces de este jueves por la madrugada. Gritos, policías y tensión eran el común denominador por las calles de las diferentes barriadas.
La teoría de una venganza entre los “pibes que responden” a la Yaqui y a sus familiares en la calle fue ganando la credibilidad de los pesquisas en las últimas horas. El Pollo Valdivia era uno de los principales testigos en la causa por la tentativa de asesinato que sufrió su padre, Miguel Ángel Cabezón Valdivia, a fines del 2018.
El Cabezón era cuñado de la Yaqui y fue condenado por asociación ilícita porque fue considerado miembro de la banda. En la época que “eran familia”, estaba en pareja con Silvana Natalí Vargas (hermana de la Yaqui, condenada por drogas en el mismo juicio federal que su hermana en mayo del 2016) y fue atacado en el Campo Papa por Patricio Negro Garrido, el yerno de la Yaqui. Este joven fue condenado el año pasado a 15 años de cárcel.
La víctima recibió cinco balazos y salvó su vida de milagro. Por esos días, la relación entre la Yaqui y Valdivia padre se había quebrado. En enero del 2021, el Cabezón murió en el Hospital Central.
Esa investigación estuvo a cargo de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo. Si bien no se pudo comprobar mediante el análisis de la historia clínica, los familiares de Valdivia entendieron que murió más de dos años después de ser baleado raíz de una serie de lesiones que nunca pudo curar.
Lazo investigaba al Negro Garrido por el crimen de un chico llamado Lucas Torres y acumuló la causa por el ataque al Cabezón. La calificó como tentativa de asesinato y así fue condenado Garrido. Mientras esa instrucción estaban en curso, muchos testigos fueron baleados en diferentes puntos de Godoy Cruz.
El objetivo era silenciarlos. Por eso, la hipótesis apunta a que el Gordo Adrián y el Tatotito tenían como objetivo callar al Pollo en noviembre del 2021, debido a que era uno de los testigos más importantes en la causa por la balacera que sufrió su padre.
Fuente: www.elsol.com.ar