Si hubo un caso que generó en los últimos días un fuerte análisis en el Ministerio Público fue el del delivery de Pedidos Ya que abatió con un arma de fuego a un asaltante la noche del sábado 23 de marzo sobre calle España, casi Videla Correa de la Cuarta Sección de Ciudad.
Finalmente, luego de varias idas y venidas, el expediente tendrá este martes una resolución en tiempo récord con un juicio abreviado inicial en el que la fiscalía y la defensa llegarán a un acuerdo con respecto a la calificación y la pena que le impondrán al trabajador.
La causa revelada por El Sol atravesó varios estados en la fiscalía de Homicidios de Claudia Alejandra Ríos y la figura penal endilgada al autor de los disparos, un trabajador de 56 años oriundo del complejo La Favorita, mutó un par de veces mientras esperaban por una serie de peritajes y testimoniales. Incluso, presentó cambios cuando la investigadora se encontraba de licencia por Semana Santa y fue subrogada por uno de sus pares, Carlos Torres.
La duda de los pesquisas generaba un estudio más profundo de las pruebas porque algunos apuntaban a un caso de legítima defensa (eximente de responsabilidad penal). La mayoría se inclinaba por exceso de esa figura (prevé hasta cinco años de cárcel, como el homicidio culposo) y otros entendieron que podrían estar frente a un homicidio agravado por el uso de arma de fuego, que motivaba la detención del autor de los disparos y su traslado a la penitenciaría porque no es un delito excarcelable.
Todo porque la víctima del hecho de inseguridad reaccionó cuando le sustrajeron la moto e hirió mortalmente a uno de los dos sujetos que lo había abordado, Gabriel Lucero (24), cuando no estaba en riesgo su vida, por la espalda y cuando ya se encontraba herido en el piso.
El repartidor se presentó ante las autoridades judiciales con un abogado 48 horas después del hecho de sangre y entregó dos armas de fuego: la que utilizó y era de su propiedad (una pistola calibre 380 con el número de serie limado) y un revólver 32 que le quitó al asaltante después de balearlo y recuperar su vehículo. La portación del arma originó una nueva discusión entre los fiscales que tuvieron el expediente.
Ríos acusó al delivery por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa en exceso de legítima defensa y ordenó su libertad mientras continuaba con la instrucción. A esa altura, Lucero agonizaba en Terapia Intensiva del Hospital Central. Ocho después se confirmó el deceso y el avoque presentó otra modificación.
Así las cosas, en las últimas horas hubo definiciones en la Unidad Fiscal de Homicidios y este martes por la mañana, siempre y cuando la jueza de primera instancia Érica Patricia Sánchez homologue el acuerdo entre las partes, el delivery de Pedidos Ya será condenado a 3 años de prisión en suspenso por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en exceso de legítima defensa en concurso real con portación de arma de guerra atenuada por la falta de intención de ser utilizada con fines ilícitos.
De esta forma, continuará en la misma situación en la que quedó desde que se entregó ante las autoridades: en libertad.
Cómo se produjo el asalto en la rotisería
La noche del sábado 23 de marzo, un repartidor de comidas de Pedidos Ya se encontraba en la puerta de una rotisería ubicada sobre calle España casi Videla Correa de la Cuarta Sección, cuando dos motochorros pasaron por el lugar circulando hacia el norte. Cámaras de seguridad captaron los movimientos previos y posteriores de los asaltantes.
Los sujetos subieron por la vereda oeste y retomaron hacia el sur. Allí abordaron al trabajador de 56 años, quien se encontraba en la puerta del local U Pizza a la espera de recibir un pedido para entregar. Hubo un forcejeo y uno de los malvivientes sacó un arma de fuego para amenazarlo robarle la Honda Wave al repartidor, la que tenía la caja térmica para el traslado de los alimentos.
De acuerdo con las imágenes, uno con cada moto, los asaltantes comenzaron a circular hacia el sur por la misma vereda a contramano. En ese momento, el delivery sacó un arma de fuego que llevaba para protección y comenzó a disparar a corta distancia. Hirió tres veces al sujeto que iba en su moto y tuvo la intención de impedir la fuga del otro. En total, se levantaron seis vainas servidas cuando trabajó Policía Científica.
Los impactos fueron en la espalda, el rostro y la pierna izquierda de Gabriel Lucero, quien fue identificado horas después por sus dos hermanas. Las mujeres llegaron all Hospital Central cuando la causa ya se encontraba en proceso de instrucción y luego de que un joven les avisara -se cree que el otro malviviente que huyó del teatro del hecho- sobre el tiroteo.
El repartidor le quitó un arma de fuego que llevaba Lucero -un revólver calibre 32- y recuperó su moto blanca. La levantó y se subió para luego abandonar la escena por calle Echevarría a contramano. Dos días después, y cuando ya se encontraba identificado, se presentó en el edificio del Polo Judicial junto con un abogado, entregó las armas, la moto y también las prendas de vestir que llevaba el día del hecho.
Lucero ingresó al efector público de calle Alem trasladado por una ambulancia del SEC. Quedó internado en la cama 4 de la sala 4 de Terapia Intensiva. Oriundo de Las Heras –se movía por la Villa Junín-, presentaba antecedentes por robo, hurto y amenazas. Los médicos lo indujeron al coma y en ese estado permaneció hasta que finalmente murió.
Fuente: www.elsol.com.ar