Este jueves se llevó a cabo en la Ciudad de Mendoza el primer juicio por jurado vecinal, que encontró culpable a un grafitero que vandalizó un muro sobre calle Alberdi. Para evitar pagar una multa que puede llegar a los $240.000, el infractor propuso dejar en condiciones la misma pared que pintó sin autorización del propietario.
El jurado vecinal tiene objeto juzgar ciertas infracciones al Código de Convivencia Ciudadana de la capital provincial. Está integrado por siete personas designadas por sorteo, que actúan de forma voluntaria y gratuita. A su vez, existe la posibilidad de recusación y excusación de los jurados, ofrecimiento de prueba y acuerdos conciliatorios. Entre las conductas sancionables se encuentran:
- Actividades pirotécnicas.
- Degradación visual del entorno urbano. Grafitis, pintadas y otras expresiones gráficas en lugares no autorizados. Vandalismo.
- Uso inadecuado del espacio público para juegos de patín, bike, skate, deportes extremos o similares en lugares no autorizados.
- Limpieza de la ciudad en general: micciones y/o deposiciones de animales en la vía pública, suciedad en espacios públicos, mantenimiento de espacios de acceso público en comercios, mantenimiento de limpieza en vía pública por parte de edificios en construcción o cualquier tipo de obra.
En el debut del jurado vecinal, quien se sentó en el banquillo de los acusados fue un hombre que “pintó en un muro sin contar con la autorización del propietario”, explicó el intendente Ulpiano Suarez. “El jurado determinó la responsabilidad del infractor. El paso siguiente es establecer la sanción”, agregó.
Ahora se deberá dictar una resolución para aplicar la sanción. En tal sentido, una opción es una multa que puede llegar a los $240.000. Pero Suarez aseguró que el infractor planteó la posibilidad de “reponer” el estado original del muro para dejarlo en condiciones.
“No es interés del municipio aplicar multas ni recaudar. Lo que buscamos es que esto no suceda y que entre todos cuidemos a la Ciudad”, resaltó el intendente, quien se quejó por la proliferación de grafitis en la comuna.
“No está bien vandalizar una pared. Basta recorrer algunos lugares, es lamentable cómo afecta al entorno urbano. Celebro el trabajo de los muralistas, pero hay que coordinarlo y contar con la autorización del propietario”, concluyó.
Fuente: www.elsol.com.ar