El explosivo documento del Ministerio Público que propone el cierre de veinticuatro Oficinas Fiscales

El organismo reconoce la grave crisis que atraviesa y la Coordinadora General asegura que si no se nombran 38 Ayudantes Fiscales nuevos, habría que cerrar oficinas por falta de personal.

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Por estas horas el Ministerio Público es un polvorín rodeado por un incendio. La crisis de personal es indisimulable y los reclamos de auxiliares y Ayudantes Fiscales se hacen escuchar cada vez más fuerte. Incluso se presentó un emplazamiento para que dejen de exigirles trabajar jornadas de 8 horas y que se respete el mínimo de 12 horas de descanso. Los ayudantes fiscales demandan que se les paguen las horas que les exigen de guardia pasiva y en la procuración reconocen que para regularizar las jornadas laborales habría que cerrar veinticuatro Oficinas Fiscales o nombrar 38 Ayudantes Fiscales nuevos. Paralelamente, los auxiliares administrativos  siguen renunciando por los magros salarios y las pésimas condiciones laborales y la paritaria se encamina a un nuevo fracaso.

En los pasillos del Poder Judicial de Mendoza ha vuelto a reflotar la indignación con los privilegios de los amigos y el desdén a los empleados de carrera. A pesar de que se avanzó con la eliminación de la figura de los “equiparados a magistrados”, funcionarios que cobran como jueces sin ser jueces, en los hechos la situación no ha cambiado. La Secretaria de la Corte, Elizabeth Carbajal cobra 5,5 millones de pesos, más que el presidente de la Corte Dalmiro Garay. Y no es la única.

Magistrados de carrera no ocultan su malestar con el salario de $4,6 millones que percibe el secretario de Gestión, Carlos Quiroga Nanclares, pero la indignación es aún mayor puertas adentro del Ministerio Público Fiscal. Por una simple razón: allí los sueldos son más bajos y las cargas laborales son mayores. Lentamente la tensión fue creciendo y se llegó al punto de que hoy el servicio de justicia pende de un hilo.

Así consta en el crudo informe que la coordinadora general del Ministerio Público, Andrea Chaves, le remitió al procurador Alejandro Gullé. En el mismo, reconoce la crisis de personal que afecta a las oficinas fiscales y admite que corregir las cargas horarias para adecuarlas al legítimo reclamo de ayudantes fiscales y auxiliares pone en riesgo el funcionamiento de las oficinas fiscales.

El procurador de la Corte, Alejandro Gullé.

Los trabajadores exigen que las jornadas nocturnas “en ningún caso y bajo ninguna circunstancia” supere el máximo de siete horas o impida el descanso de 12 horas entre dos jornadas laborales. Solicitan que de modo cautelar se limiten las jornadas adecuándolas a lo dispuesto por la Organización Internacional del Trabajo. Pero además, que se deje de computar la guardia pasiva como descanso y porque los Ayudantes Fiscales están a disposición en prestación de servicio aunque no concurran a su lugar de trabajo. Y se amparan en fallos de la Corte para justificar ese pedido.

Fuente: www.mdzol.com

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