Un auto que volcó durante la siesta del sábado 1 de este mes sobre el Acceso Sur, entre calles Rawson y Sarmiento de Godoy Cruz. Gritos, heridos y corridas. Conductores que frenaron para evitar que el siniestro fuera mayor y desconcierto total. Un hombre lleno de sangre que logró salir por la luneta del vehículo, un Peugeot 207 gris, y pidió ayuda mientras es perseguido por otro de los personajes que circulaban con él. Un pandemónium.
Lo que en principio parecía un caso de accidente vial por exceso de velocidad y conducción imprudente, presentó un giro de 180 grados con el paso de los minutos, cuando la escena se llenó de curiosos y policías, tal como reveló El Sol esa misma jornada.
Se trataba de una privación de la libertad de un hombre con domicilio en el barrio Cristial de Maipú, ubicado hacia el norte de la popular zona conocida como El Bloque. O de un secuestro extorsivo agravado por la participación de tres o más personas, tal como definió este lunes el fiscal provincial de la Unidad Fiscal de Delitos No Especializados Martín Lucero, cuando imputó a los cuatro detenidos que tiene la causa.
De acuerdo con fuentes del expediente, el representante del Ministerio Público acusó a Javier Alexis Herrera Orozco (35), Gustavo Delli Bovi (54), Sergio Alberto Martínez Hualampa (27) y Brian Davis Aballay Hidalgo (23), por la calificación del artículo 170 segundo párrafo inciso 6, que prevé de 10 a 25 años cárcel, se desprende del avoque.
La imputación que endilgó Lucero causó sorpresa en los investigadores policiales y también en el ambiente tribunalicio, debido a que se trata de una figura que es de competencia federal, porque así lo establece el artículo 33 del Código Procesal Penal de la Nación.
Más allá de lo estrictamente judicial, tres de los cuatro sospechosos dieron una versión similar del hecho luego de que les notificaran la acusación en su contra y direccionaron sus dichos hacia una teoría totalmente alejada a la que aportó la víctima, quien contó a los detectives que lo fueron a buscar a su vivienda del barrio Cristal después de las 14 del sábado porque tenía una deuda por drogas y se lo llevaron mediante amenazas de muerte. El imputado restante también contará ante las partes su versión del caso.
Al mismo tiempo, trascendió, los pesquisas policiales continuaron durante las jornadas posteriores al hecho buscando testigos. Y uno de ellos es un quiosquero de la zona de donde se llevaron al sujeto, conocido como Mascota, y “vio todo” lo sucedido.
La reconstrucción que realizó este diario sostiene que, el sábado a las 14.30, Herrera Orozco, Delli Bovi, Martínez Hualampa y Aballay Hidaldo, llegaron en el Peugeot 207 con vidrios polarizados hasta una vivienda de calle Río Colorado del barrio Cristal.
El primero de los citados era el conductor del vehículo, entienden los investigadores policiales y judiciales. Y apenas arribaron hasta el sector, se encontraron con la víctima, un hombre de 43 años con domicilio en el lugar.
Por lo que contaron vecinos que hablaron con este diario, la víctima comenzó a ser golpeada con piñas y patadas. Quiso escapar pero no lo consiguió. En ese momento, terminó inmovilizada por Aballay, quien la tomó del cuello y la sujetó durante algunos minutos.
Por su parte, de las agresiones también participó Delli Bovi, quien le pegó una trompada en el estómago. Y Martínez Hualampa cumplió otro de los roles en el grupo, debido a que, de acuerdo con las fuentes, era quien exigía a la víctima que entregara dinero. Ante la negativa del hombre, se les escuchó decir, tal como se desprende del expediente: “Que venga tu padre a pagar sino vas a estar secuestrado hasta que pague”.
Luego de los golpes y las amenazas, lo subieron al auto y escaparon a toda velocidad con el objetivo final de llegar hasta Guaymallén, de donde son oriundos la mayoría de los sospechosos. De la causa se desprende que la víctima fue ubicada por la fuerza en el sector central del asiento trasero del rodado, custodiado por Martínez Hualampa y Aballay Hidalgo.
El conductor –Herrera- partió desde calle Río Colorado hasta Correa y luego llegó hasta el carril Juan Agustín Maza. La banda y la víctima circularon hacia el oeste por calle Juan B. Justo y llegaron hasta el barrio La Gloria, situado en la llamada Triple Frontera entre Godoy Cruz, Luján y Maipú. Doblaron por Terrada hacia el norte y luego giraron hacia la izquierda, transitando por Rawson hasta llegar al Acceso Sur, camino que tomaron con dirección norte. En todo momento no pararon de golpear y amenazar con matar a la víctima, se desprende de las primeras pruebas de la instrucción.
Poco más de un minuto después, mientras pasaban por el puente del Carril Sarmiento, el hombre privado de la libertad realizó un movimiento para intentar zafar de la situación y se lanzó sobre el conductor, tomando el volante y girándolo hacia la derecha. Esta acción provocó que el vehículo chocara contra el guardarraíl del sector este y volcara a pocos metros. Los testigos contaron que eran las 14.35.
En ese instante todo era desconcierto. Los testigos detallaron a este diario que uno de los ocupantes quedó tenido cinco metros adelante del rodado y que otro permanecía “enganchado”. Por su parte, la víctima escapó “ensangrentada” a través de la luneta y comenzó a gritar que había sido secuestrada. Con toda esa información, comenzaron los llamados al 911 y policías llegaron hasta la escena en pocos minutos.
En un primer momento, el caso comenzó a ser investigado como un accidente. Pero luego, cuando el “Mascota” dijo que había secuestrado cerca de su casa, las autoridades policiales ordenaron detenciones. Dos de los sospechosos fueron alojados en las comisarías 37 y 52 de Godoy Cruz y los otros derivados al Hospital Central, debido a que necesitaban atención médica. Una vez recuperados, este lunes fueron imputados por secuestro extorsivo y ordenaron que pasen al penal.
Por último, trascendió que los tres primeros tres imputados por secuestro extorsivo dieron una versión distinta en sede judicial. Cada uno por su lado, el trío contó que un día antes el padre de uno de ellos había sufrido un robo domiciliario en Guaymallén. Los hombres se juntaron y comenzaron a buscar información en la barriada sobre quiénes habían sido los autores.
Llamaron a la policía y hubo detenidos. El tercero fue identificado como el “Mascota”, el mismo hombre que denunció que fue secuestrado en la puerta de su casa por una deuda de drogas. Por eso, los investigadores buscaban la presencia de más testigos para tener una teoría más firme del caso.
Fuente: www.elsol.com.ar