En una Argentina inestable en dólares, los economistas de la Fundación Mediterránea- Ieral de Gustavo Reyes y Jorge Day analizaron qué conviene este año para los bodegueros locales: exportar o dedicarse al mercado interno. La conclusión, después de un 2023 muy malo en materia de ventas, es que “el mercado externo presenta una mejor perspectiva”.
“En un corto tiempo se pasa de un periodo de dólar caro a otro en el cual es más barato, y viceversa. Esta inestabilidad complica a las empresas a la hora de vender”, analizan los economistas en su informe.
Y es teniendo en cuenta esto, que un año conviene exportar y otro mejor dedicarse al mercado interno, que varias bodegas en Mendoza venden en ambos mercados. “Si le va mal en un mercado, se compensa con un mejor desempeño en el otro”, dicen.
¿Y cómo viene el 2024 en la Argentina de Javier Milei? Eso es lo que analiza el informe “¿Vender en mercado interno o externo? Un planteo en vinos”.
Mejor, exportar: ¿pero por qué?
“A pesar de haber más vino (por una cosecha en crecimiento), no resulta sencillo incrementar rápidamente las ventas, especialmente en un mercado interno complicado. En esta situación, el mercado externo presenta una mejor perspectiva“, concluyeron desde el Ieral.
Después de un año muy malo en ventas, con caídas del 11% en el mercado interno, y del 25% en exportaciones, el 2024 se presenta con mayor cantidad de vinos pero ventas, otra vez en baja, por lo que el stock se incrementa.
Cuando eso sucede, lo que es probable es que los precios aumenten por debajo de la inflación. “Y eso impactará negativamente en los proveedores de materia prima (uvas) y en salarios del sector”.
“El poder de compra de los consumidores argentinos se ha reducido notoriamente, y eso se ha manifestado con la fuerte caída de ventas en todos los rubros comerciales. En abril se observa algún repunte, pero muy por debajo de noviembre”, analizan en el informe.

Lo que se advierte es que muy problable que ya se haya tocado fondo -aunque muy profundo- en materia de mercado interno y que comience una recuperación, pero muy lenta.
En tanto que en el mercado externo el análisis es más complejo y hay tres puntos clave a considerar, dicen desde el Ieral:
- Mundo: a nivel global, las cantidades importadas en distintos países se mantienen estancadas. En vinos, su consumo mundial viene en baja, y desde hace poco también sus importaciones.

- Precios de exportación: en vinos es mucho más estable que los commodities pampeanos (soja, trigo, etcétera). Se observa que, cuando el dólar se abarata, se vende menos de vinos de menores precios, y así sube el precio promedio de exportación.
- Dólar oficial: no está muy alto, aunque tampoco muy bajo (como referencia, el dólar de la convertibilidad equivale a $ 670 de la actualidad). Haciendo un ejercicio hipotético de una bodega que sólo exporta vinos, su rentabilidad habría mejorado en estos últimos meses, no por el dólar ni por sus precios, sino porque ha disminuido fuerte el precio de la materia prima y los costos salariales.
Entonces, concluyen, “no están tan mal los números para exportar, pero no es fácil incrementar tan rápidamente las cantidades a vender”.

Fuente: www.diariouno.com.ar