La batalla final por el PRO se define entre una guerra por las urnas y más avales sospechosos

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Este martes se conocerán las escuelas habilitadas y los detalles del operativo para la elección de autoridades partidarias. Historias de una previa caliente.

Es una carrera a contrarreloj que no tiene certezas. El domingo por la noche, o la vicegobernadora Hebe Casado o el senador demarchista Gabriel Pradines festejará ser el nuevo presidente del PRO en Mendoza. Sin embargo, a seis días de esos comicios, todavía no se sabe en qué escuelas se votará, quién será el encargado de custodiar las urnas ni cuánto costará todo el operativo. Las últimas jornadas de campaña, además, quedaron teñidas por nuevas sospechas de avales truchos. Cómo es el singular poroteo que hacen en las dos fuerzas.

La elección será una novedad para todos, porque hace muchos años que una interna partidaria en la provincia no se define de esta manera. El mismo Gobierno admitió que tener que abrir escuelas para que un partido selle su destino a través del voto es muy desafiante y que no están acostumbrados a hacerlo. Pasará este 30 de junio, si es que se sortean los problemas y se clarifican todas las definiciones que aún están irresueltas.

Lo primero que surge al analizar lo que viene es que aún no se conoce cómo se manejarán las urnas el día de la votación y el sector de Casado viene de pedir formalmente que sea el Correo Argentino el encargado custodiar y trasladar esos votos. Hubo carta al interventor del partido incluida para que se habilite al sistema de correos estatal.

La gente de Pradines resiste esa petición aduciendo que es muy caro pagarlo, aunque en verdad todavía nadie en las filas del PRO sabe a ciencia cierta cuánto saldría. Falta menos de una semana y no sólo no saben cómo se manejará el operativo, sino que ni siquiera hay un detalle fino de los costos que implicará.

En el transcurso del lunes se iban a solicitar presupuestos tanto al Correo como a la firma privada Andreani, pero con un problema de fondo para poder sacar la cuenta: todavía no se sabe oficialmente cuáles son las escuelas involucradas; con lo cual es casi imposible ponerle un precio a esa logística.

En la Dirección General de Escuelas (DGE) confirmaron a que antes del martes por la tarde estará definido y publicado, pero argumentaron que no es su culpa que a tan pocos días de la fecha no se supiera dónde estarán las mesas.

El operativo cuesta más de 40 mil pesos por escuela

La dilación tiene sus explicaciones: recién el miércoles 19 a las dos de la tarde -fue el último día laboral antes de este lunes-, la cartera de Tadeo García Zalazar recibió el último listado, actualizado, de los establecimientos que pueden ser parte.

Como hace tanto que no se dirime así una interna, en la DGE no están acostumbrados y hubo algo de zozobra para actuar. Ahora, lo que están terminando de decidir es el asunto de los pagos: en Escuelas quieren que sean $20 mil para al menos un celador que limpie al terminar la jornada y la misma cifra para los directivos que estén en su lugar de trabajo.

Lo último se explica porque, como en un día de elección normal, el director tiene que abrir la escuela y quedarse como autoridad referente mientras se vote. Los veinte mil pesos asuman como cifra posible, aunque no es el número definitivo. Lo tomaron como parámetro porque es lo que se pagó en los comicios que definieron a miembros de las juntas calificadoras, a mediados de mayo.

Son entonces 1.240.000 pesos, no es demasiada plata para el partido, que tiene que pagar sí o sí el sello político. La Junta Electoral debe sacar de la caja del PRO para abonarle al Estado y que este al mismo tiempo le gire la plata a esa comunidad educativa que se vea afectada. Insisten: no están acostumbrados a este procedimiento, pero así será. Lo mismo pasaría con la logística “urnera”, que -si es del Correo Argentino o Andreani u otros, también deberá ser costeada con fondos del espacio político.

Una vez montadas las mesas, ya está estipulado que las autoridades se repartirán “democráticamente”: en una, el presidente de la mesa lo pone la Lista Amarilla (o sea Hebe) y el vice lo pone Propuesta Federal (o sea pradines); en la mesa siguiente se invierten esos roles: el que puso vice pone al presidente, y así hasta completar las mesas, que serían 36 en total y dispuestas en todas las comunas de la provincia. Son alrededor de 18 mil afiliados, pero de los dos lados aseguran que, si va a votar apenas un tercio de ese número se tienen que dar por satisfechos.

Más denuncias de avales truchos

La novedad en los últimos días la puso la Justicia Electoral: el juez reemplazante de Walter Bento en Mendoza, Pablo Quirós, le dio la derecha a los casadistas, que pidieron impugnar varios avales de Propuesta Federal en distintas comunas, bajo la denuncia de que estaban falsificados. Para el juez la decisión fue absoluta: concedió que varios de esos nombres propios no debían contarse y eso determinó que se dieran de baja las listas en Godoy Cruz y en Capital para el demarchismo.

Las dos se perdieron porque, al restarle los supuestos “truchos”, Pradines ya no pudo llegar a los 74 nombres que marcaban el piso mínimo de participación en esos departamentos. Esto es porque de acuerdo a la Carta Orgánica del PRO, las nóminas tienen que tener al menos un 5% del padrón avalando las candidaturas.

La de Capital fue una baja extremadamente sensible, porque es precisamente el área de influencia de uno de los mayores armadores que tiene La Unión Mendocina, el concejal Lucas Carosio, que además es vicepresidente primero del concejo de Ciudad.

La defensa de Pradines es que la pericia caligráfica que presentaron sus rivales no sería taxativa. Es decir, no diría, rotundamente, que los avales son falsos, sino que podrían serlo. Además, en su entorno aseguraron que algunos de los nombres objetados son de sus mismos candidatos; o sea que jamás podrían estar puestos de forma incorrecta en las planillas.

De todos modos, no hubo una apelación efectiva a la decisión del magistrado y esas nóminas ahora no correrán. En Godoy Cruz aseguran que el problema fue que cinco de los que estaban anotados decidieron “retirar su apoyo” y contragolpearon diciendo que en la Lista Amarilla había varios avales puestos en orden alfabético, cuando supuestamente eso va generando casa por casa; es decir, con una correlación de direcciones y no de iniciales de los apellidos. Si es que fue así, tampoco elevaron una queja formal sobre eso.

La campaña de los últimos días

Como cualquiera puede imaginarse, son jornadas de mucha tensión para los dos bandos. La vicegobernadora está en España, donde podría conseguir algo así como un tremendo botín político de cara al domingo: una foto con Mauricio Macri, los dos sonrientes en las ceremonias de la Fundación Libertad, donde también estará la figura de la derecha española y presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Si bien en la interna nacional del PRO Casado parece una clara alfil de Patricia Bullrich, no está descartado el encuentro con el expresidente. Podría sumarle para la elección.

De cara a estos comicios no hay encuestas pero sí hay un fuerte -fortísimo- poroteo interno de los candidatos y de sus laderos políticos. No hay nadie que tenga estudiado con precisión a quién votarán los afiliados amarillos; pero sí cada uno sabe más o menos con cuántos nombres cuenta. De hecho, desde uno de los sectores narraron a UNO que la tarea que hacen es directamente mirar planillas donde tienen nombres marcados con fibrón. De un lado “los nuestros” y del otro, los que no votarían o lo harían en contra.

Casado dijo en una entrevista que Pradines tiene que prepararse para un batacazo en contra en su Guaymallén natal. Que lo van a “sorprender” a votos, si esa expresión existiera. En su rincón descolocan un poco, porque admiten que “puede ser” que se dé ese escenario. Lo que sí, detrás de esa modestia esconden el deseo de devolver la gentileza metiendo muchos votos en San Rafael, la tierra de la vice. Ahí el que se mueve fuertemente es el candidato que secunda a Pradines, el senador Martín Rostand.

Allá en el sur están haciendo lo que se llama “puntear el padrón”. Visitan, nombre por nombre, a todos los que pueden. Sobre todo en el centro, en Cuadro Benegas, Villa Atuel y Monte Comán. Son zonas donde hay buena cantidad de afiliados pero donde cunde la necesidad de aportarles movilidad: de sumarles formas y facilidades para que vayan a votar, que es una de las cuestiones más complicadas.

Hebe volverá antes del fin de semana, pero estará poco abocada a estos últimos días de campaña. El domingo se hará por fin una elección que tambaleó en todo momento; y que con las idas y vueltas en la Justicia, más los chisporroteos políticos que regaron los dirigentes por todo Twitter (X), parecía que no se iban a hacer nunca.

Para Casado, ganar sería un golpe fuerte a la mesa y otro ascenso en su construcción como dirigente política -aunque imposible superar a su gran avance que fue y es ser vicegobernadora de Mendoza-. Para Pradines también sería un triunfo imponente, pero sumado además a que De Marchi podría clavar un dardo en uno de los espacios vitales para Cambia Mendoza como es el PRO.

Todo se define el domingo, en las elecciones partidarias que más miradas se han robado durante los últimos años de política local.

FUENTE: Diariouno.com.ar

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