Un chico de 12 años sufrió fracturas en sus dos piernas y quedó internado en el Hospital Notti. Ocurrió en Godoy Cruz en la noche del domingo luego de colgarse de un colectivo y caer cuando estaba en marcha. Otros dos que estaban con él también sufrieron heridas, pero no trascendieron los detalles. Los choferes de micros señalaron que todos los días los jóvenes se enganchan de la puerta trasera o son apedreados.
Ocurrió en la tarde noche del domingo en el barrio San Antonio, colindante a La Gloria, en Godoy Cruz, donde testigos señalaron que tres adolescentes se colgaron de la puerta de un colectivo que circulaba por calle Ortiz.
Como consecuencia de eso, uno de los chicos habría perdido la estabilidad y los tres cayeron. Uno de ellos, de 12 años, sufrió fracturas en sus dos piernas, mientras que sus amigos también sufrieron heridas, aunque no trascendió la magnitus.
Personal del Servicio de Emergencia Coordinado llegó al lugar para asistir a las víctimas, y el menor fue trasladado al Hospital Notti, donde lo operaron por fractura de los fémur de sus dos piernas y quedó internado en sala común.
Quejas de vecinos y choferes de micros
“Es algo normal que pasa todos los días en la tarde”, aseguró una vecina del barrio San Antonio, de Godoy Cruz. “Los chicos se cuelgan de los micros y los choferes están cansados de frenar para correrlos. Cuando vuelven a subir se vuelven a colgar”.
La mujer agregó que no solo se cuelgan de las puertas, especialmente la trasera, sino que muchas otras veces les tiran piedras, por lo que temen que las autoridades decidan sacar el recorrido en esa zona.
Por su parte, un chofer que pasa por calle Ortiz todos los días expresó: “Es permanente, se cuelgan todos los días. Tenemos que optar por quedarnos en el lugar hasta que los chicos bajen. Si los pasajeros quieren pueden llamarle la atención, pero nosotros mucho no podemos hacer porque son menores de edad, nos tenemos que quedar quietos hasta que decidan bajarse, porque si uno arranca y arriesga la integridad física de ellos”.
“Se cuelgan por diversión, no entiendo por qué los padres no les llaman la atención”, indicó el chofer.
Otro conductor de micros contó: “Todos los días se cuelgan a la tarde después de la siesta y es un peligro porque nosotros no vemos atrás, se pueden caer y pisarlos con la rueda trasera. Ya hicimos muchas denuncias, la Policía está al tanto de esto, pero sigue siendo un peligro”.
Fuente: www.diariouno.com.ar