Minutos después de las 18.30 de este miércoles, un llamado al 911 alertó sobre un hombre baleado sobre calle Juan Domingo Perón, en el asentamiento Campo Papa de Godoy Cruz. Los vecinos aportaron una primera versión sobre el hecho de sangre y los uniformados detectaron que la víctima presentaba una herida de arma de fuego en el pómulo derecho.
El caso comenzó a investigarse como un intento de suicidio porque así lo creyeron los habitantes del sector. Esa hipótesis fue la principal durante gran parte de la jornada, cuando el caso comenzó a ser instruido por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo.
Sin embargo, todo cambió este jueves luego de tomar contacto con los informes preliminares de Policía Científica y cotejar con las testimoniales, principalmente la de un amigo de la víctima, quien en un primer momento quedó aprehendido porque existían dudas sobre sus dichos. Ni intento de autoeliminación ni asesinato, al parecer se trató de un accidente mientras ambos hombres comercializaban chatarra en la zona.
La reconstrucción sostiene que la víctima, identificada como Sergio Pedro Regido, de 40 años y domiciliada en la manzana M del barrio La Estanzuela, manipulaba un arma de fuego mientras pasaban por el sector. Este jueves por la tarde se encontraba con muerte cerebral. “No hay nada que hacer para salvarle la vida”, detallaron durante la mañana fuentes hospitalarias a este diario.
Por la información a la que accedió El Sol, los primeros policías que arribaron a la escena confirmaron que había un hombre tirado sobre la calle muy cerca de una camioneta. A pocos metros del herido, un sujeto que caminaba de un lado al otro invadido por la desesperación.
El lesionado permanecía decúbito dorsal y a simple vista observaron rastros de sangre en el rostro. Al lado del cuerpo, dieron con un revólver gris con cachas marrones. En el tambor había proyectiles. Preservaron el teatro del hecho y esperaron a que llegara Policía Científica.
Ante la gravedad del caso, solicitaron la presencia de una ambulancia y Regido fue derivado hasta un nosocomio. Su estado era desesperante. Es más, quedó internado en Terapia Intensiva y a los pocos minutos diagnosticaron muerte cerebral.
Tanto los vecinos como el hombre que lo acompañaba, de 38 años y oriundo del barrio Sol y Sierra, aseguraron que no le encontraban explicación a la situación que vivieron pero entendieron que podría tratarse de un suicidio. Es más, el testigo directo aseguró que se encontraba en una casa a unos 20 metros cuando escuchó la detonación y que los vecinos habían creído lo mismo.
La escena se llenó de policías, principalmente de jurisdicción de Comisaría 40ª y Policía Científica desarrolló sus labores durante varias horas. Mientras esto sucedía, el amigo del herido fue llevado hasta una dependencia policial y profundizaron sus labores en la Unidad Investigativa de Godoy Cruz.
Fuente: www.elsol.com.ar