La situación de los médicos y médicas de la provincia de Mendoza que comienzan a emigrar a otros países como Chile por los bajos salarios empieza a repetirse en otros sectores públicos. En la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) docentes, científicos e investigadores de áreas estratégicas presentan sus renuncias y la situación se vuelve más alarmante para la comunidad universitaria que asegura que “sin docentes, no hay Universidad Pública“.
Docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y el Instituto Balseiro dependientes de la UNCuyo que están en alerta por la fuga de docentes hacia otros trabajos. Advierten que el desfinanciamiento de la Universidad Pública, con salarios por debajo de la línea de pobreza, dificulta el sostenimiento de las clases y la educación pública. Para graficar la situación, un docente Jefe de Trabajos Prácticos con 10 horas semanales, 5 años de antigüedad y dedicación simple, cobró $128.000 en octubre. El problema es que el 70% de los docentes de la UNCuyo están en esta situación, según un estudio realizado por Fadiunc durante la pandemia.
¿A dónde van a trabajar los docentes de la Universidad Pública y quién los reemplaza?
Laura Remaggi, docente de Mecánica, de la carrera de Física, y Consejera Directiva por los docentes auxiliares de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales dio detalles de la problemática que se está viviendo en el área de las ciencias básicas, exactas y naturales. “Los salarios al haber bajado tanto, muchas personas que ya tenían contacto en el exterior por haber hecho doctorados, estancias de investigación o que han encontrado alguna posibilidad están emigrando”, sostuvo la docente.
La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, es una de las más nuevas de la UNCuyo -en marzo pasado cumplió 10 años como facultad desde que reemplazó al Instituto de Ciencias Básicas (ICB) – con carreras ligadas al desarrollo científico y tecnológico, fundamentales para la actualidad. Pese a ello, “hay migración de gente desde la academia a un sector muy irregular del trabajo privado que tiene que ver con el trabajo freelance en plataformas que requieren de matemáticos, de físicos, de gente con conocimientos técnicos o capacidad para ser modelado en distinto tipo de problemas en, por ejemplo, áreas de inteligencia artificial, de ciencias de datos”, contó Remaggi.
Las empresas privadas buscan personal para cubrir este tipo de áreas constantemente y representan una oportunidad económica para muchos docentes con años de formación y experiencia. Los pagos generalmente son en dólares porque la mayoría son empresas extranjeras pero los contratos son muy irregulares. “No hay un convenio laboral favorable para el trabajador, no aseguran ningún tipo de derechos laborales, en algunos casos pagas el monotributo y en otros casos no, te echan cuando quieren, sin previo aviso, de repente ya no podes entrar a las plataformas a seguir trabajando y esas son condiciones claramente peores de las que podría ofrecer la Universidad Pública con el convenio colectivo de trabajo. Pero claro, en esta situación actual los salarios son tan bajos, de hecho para la mayoría de los cargos que tal vez no tengan tantos años de antigüedad o que no sean cargos de profesor, sino de auxiliares, los salarios están debajo de la línea de la pobreza. Entonces realmente no es tentador dedicarse a lo académico”, detalló Remaggi sobre las ofertas laborales que empiezan a evaluar muchos de los docentes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, como también del Instituto Balseiro.
Una oscura perspectiva
La cantidad de renuncias ha alarmado a la comunidad universitaria y esta situación se da no solamente en los docentes con niveles más bajos de responsabilidad y dedicación sino también en aquellos con mayor jerarquía, con antigüedad.
La oferta académica de la Facultad se compone por 9 títulos: la Licenciatura y Profesorado de Grado Universitario en Ciencias Básicas con orientación en alguna de las cuatro disciplinas que allí se desarrollan: Biología, Física, Química o Matemática; y la Licenciatura en Geología. Se trata, de una Facultad reconocida por su aporte en investigación, el alto grado de inserción profesional de los graduados y la búsqueda constante de sus disciplinas para ampliar el conocimiento científico.
“Es preocupante porque son los que dirigían cátedras, dirigían equipos de investigación, tenían laboratorios”, remarcó la Consejera Directiva sobre la pérdida de docentes formadores de futuros profesionales y alertó que “con toda la formación que nos dio este país durante años y que le ha costado dinero a todos los contribuyentes, en vez de seguir aportando al desarrollo productivo, al desarrollo de la ciencia, de las ciencias básicas que son necesarias para después generar ciencias aplicadas y después generar tecnologías, todo eso se está deteriorando y a largo plazo implica que el desarrollo productivo del país va a ir desapareciendo”.
Además, para profundizar, explicó que hay ciertas carreras como Ingeniería Nuclear que está en Balseiro, Geología, Ciencias Básicas con orientación en Física, en Matemáticas, en Biología, en Química que son parte de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, “están muy orientadas a la formación de científicos, que después van a doctorarse y entrar al circuito del trabajo académico y aportan de muchas maneras a la sociedad. Todo ese tipo de carreras nunca existieron, ni van a existir en el mundo privado, menos en este país. Entonces es realmente preocupante”, subrayó.
La problemática no solamente repercute en la pérdida de profesionales, con años de experiencia en investigación y formación de nuevos profesionales. También, pone en riesgo el ciclo lectivo 2025 porque sin docentes que puedan dar esas cátedras tan específicas y técnicas, no habrá posibilidad de continuar con los planes de estudio de esas carreras.
“A medida que van renunciando docentes se abren nuevos concursos que muchas veces quedan desiertos, ya sea porque las personas que se presentan no cumplen con los requisitos necesarios para ese trabajo -que son trabajos con mucho nivel de formación y muy específicos-. Entonces, eso va a poner en peligro el año que viene, el dictado de muchas materias. Aún si el Presidente dice que igual vamos a seguir teniendo Universidad Pública y sin aranceles o sin privatizar, el problema es que si no hay docentes, no hay Universidad Pública“, marcó con preocupación la docente.
Para Remaggi, la pérdida de tantos docentes va generar un efecto dominó e impactar en muchos sectores de la sociedad. Desde los especialistas en biología, paleontología, en ciencias de la salud que aportan al estudio de enfermedades hasta quienes estudian el comportamiento de animales, de plantas relacionado a la fauna y flora autóctona o el modelado matemático de problemas concretos que aportan al desarrollo sustentable. “Si no formamos buenos enfermeros y enfermeras lo vamos a ver en los hospitales, si no formamos buenos docentes, lo vamos a ver después en la enseñanza secundaria, en la enseñanza primaria. Esto va como una ola llevándose todo por delante y nunca hemos visto algo tan rápido”, manifestó.
Las clases públicas
Tras el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario que preveía el aumento de salarios y partidas de funcionamiento en relación a la inflación, se han desarrollado decenas de acciones que incluyeron la toma de edificios, movilizaciones y clases públicas. “Hay muchos estudiantes peleándola, con una lucha tremenda, acompañándonos y nosotros a ellos y después tenés un montón de gente que está como esperando, medio perdida, fingiendo demencia”, aseguró Remaggi.
Las clases públicas continúan esta semana, como forma de visibilizar el reclamo incluso hacia adentro de la propia comunidad universitaria, que en la UNCuyo supera las 30.000 personas. “Tenemos que parar de fingir demencia, no podemos seguir dando clases como si nada pasara. La mejor medida que yo veo es el paro activo, con actividades para reflexionar, con clases públicas mostrándole a la sociedad lo que estamos pasando y no abandonar nuestros edificios, no dejar de habitar nuestras facultades porque si dejamos de habitarlas, de alguna manera, le damos la razón a las mentiras que dice el presidente y que se expresan a través de las acciones del gobierno”, manifestó Remaggi.
Para finalizar, planteó que el apoyo a la lucha en defensa de la Universidad Pública es muy bien vista en la sociedad. “Siempre ha sido de prestigio la Universidad de Cuyo, la UTN, siempre han sido muy valorados los profesionales. En mi caso, hice mi doctorado en el Instituto Balseiro, mi carrera en la Universidad de Cuyo y genera un respeto de la comunidad y sigue existiendo ese respeto. En las clases públicas lo notamos porque en los autos, los colectivos, la gente nos saluda, nos apoya, nos da signos de acompañamiento”.
Fuente: www.mdzol.com