La canasta de crianza aumenta y los hogares con niños son cada vez menos

La canasta de crianza supera los $500.000 mensuales y se incrementó más de un 30% en un año. En paralelo, la natalidad cayó un 40% en la última década y solo el 43% de los hogares argentinos tiene hijos.

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En abril de 2025, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que el costo mensual de la canasta de crianza para un niño de entre 6 y 12 años alcanzó los $515.984. Esta canasta contempla tanto los bienes y servicios necesarios como el valor del tiempo de cuidado. Para un niño menor de 1 año, el costo total fue de $410.524. El aumento interanual fue superior al 30% en todos los tramos de edad.

Este indicador se vincula directamente con las transformaciones demográficas en el país. La tasa de natalidad cayó más de un 40% desde 2014, y la fecundidad pasó de 1,7 a 1,4 hijos por mujer entre 2010 y 2022, según datos del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral.

Menor natalidad y envejecimiento

La disminución de los nacimientos ocurre en simultáneo con el envejecimiento de la población. La edad mediana en Argentina es de 32 años y el índice de envejecimiento es de 60,55. Esto implica que hay 60 personas de 65 años o más por cada 100 menores de 14 años. En 2022, el 11,8% de la población tenía 65 años o más.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la proporción de adultos mayores es del 22,6%. En La Pampa y Santa Fe, supera el 17%. La tendencia se registra en todo el país.

Costos y estructura familiar

La canasta de crianza en abril de 2025 se desglosa del siguiente modo:

Tramo de edadBienes y serviciosCuidadoTotal mensual
Menor de 1 año$125.735$284.788$410.524
1 a 3 años$162.354$325.473$487.826
4 a 5 años$206.777$203.420$410.197
6 a 12 años$256.508$259.476$515.984

El aumento acumulado del costo de la crianza en los últimos 10 años se estima en más del 3.400%, tomando como referencia la evolución de la canasta básica total (CBT) y la remuneración de trabajadoras de casas particulares.

En paralelo, se observan cambios en la composición de los hogares. Los hogares unipersonales representaban el 13% en 1991 y pasaron al 25% en 2022. La cantidad promedio de personas por hogar disminuyó de 3,6 a 2,9. Los hogares con hijos representaban el 56% en 1991 y el 43% en 2022. La mayoría de los hogares monoparentales está encabezada por mujeres.

Pobreza y cuidado

El INDEC y la Universidad Austral señalan una relación entre los ciclos económicos y las decisiones reproductivas. La cantidad de nacimientos se correlaciona con el producto interno bruto (PIB), el empleo y la población económicamente activa, con coeficientes superiores a 0,68.

La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de 2024 muestra que el 29,9% de la población urbana es pobre no indigente y el 8,2% es indigente. La pobreza afecta con mayor intensidad al grupo de 0 a 14 años. En el caso de los mayores de 65 años, la incidencia de pobreza es del 16%.

El valor económico del cuidado también influye. Según la canasta del INDEC, cuidar a un niño menor de 1 año exige 147 horas mensuales. En el caso de los niños de 1 a 3 años, se estiman 168 horas por mes. Estas horas se valorizan según el régimen del personal de casas particulares.

Tendencias y proyecciones

El informe señala que la caída de la natalidad, el aumento de los costos y la estructura de los hogares derivan en familias con menos hijos y mayor proporción de adultos mayores. La proporción de personas de 85 años o más también creció: el índice de sobreenvejecimiento pasó de 5,0 en 1970 a 10,4 en 2022.

El crecimiento de la población adulta mayor genera una demanda creciente de servicios de salud y protección social. Según la OIT y la CEPAL, en América Latina el 61,2% de la población contaba en 2023 con al menos una prestación de protección social. 

Fuente: www.mendozapost.com

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