Un asesinato, tiroteos y una guerra narco cada vez más violenta en el oeste de Mendoza

Se profundizaron los cruces entre bandas por el control de la venta de drogas en pequeñas cantidades en el Campo Papa. Quiénes son los sospechosos. El hijo de la jefa narco la Yaqui, baleado. Los otros hechos y las nuevas investigaciones para intentar frenar las balaceras.

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Los apodos de los personajes son demasiados y pueden generar confusión. Sin embargo, la mayoría de ellos están identificados con nombre, apellido, domicilio y parentescos. Se mueven en manada por sectores marginales ubicados en lugar de difícil acceso para la policía y portan armas de grueso calibre. Esconden sus siluetas gran parte de la mañana y la siesta pero salen de los refugios por las noches mostrando pistolas calibre 9mm, ametralladoras policiales FMK3 y también las llamadas tumberas de fabricación casera o adaptada para marcar presencia.

Son jóvenes que están en guerra por la venta de drogas y no temen subir imágenes armados en sus perfiles de redes sociales. Ya no se potencian tanto por Facebook como hace una década; ahora es Instagram.  “Los tiroteos son intensos y duran hasta una hora. Llamamos a la policía pero casi nunca no entran”, revelaron los vecinos consultados por El Sol.

Como hace más de 12 años, cuando se transformó en el centro de la escena delictiva por la cantidad de tiroteos motivados por el creciente narcomenudeo en diferentes “quiosquitos”, el Campo Papa del oeste de Godoy Cruz volvió a presentar en últimos dos meses enfrentamientos armados de territorialidad entre grupos que disputan las líneas de comercialización de cocaína y marihuana en pequeñas cantidades.

De acuerdo con relatos de vecinos e informantes y denuncias al CEO, los cruces llegaron al punto extremo de ser casi uno por día. Otras zonas aledañas también han presentado escenas de sangre.

Hubo ataques contra viviendas y la humanidad de algunos sujetos y hasta se registraron víctimas inocentes, como una niña de no más de 10 años que recibió un balazo el 19 de diciembre cerca de la capilla del barrio.

El asesinato de Kevin Nicolás Muñoz (27), un día antes (a las 23 del 18 de noviembre) marcó momentos tensión en la barriada. Desde ese hecho, todo se potención. La pesquisa tiene como hipótesis una pelea de bandas por la venta de drogas.

Muñoz, quien recibió cinco balazos, tenía antecedentes y pedido de captura. Y por el hecho fue detenido Juan José Piña (44). El barrido electrónico lo complicó en la instrucción y terminó imputado por homicidio agravado. Sin embargo, en la zona aseguran que otra persona con “mayor protección” también accionó un arma de fuego.

A pesar del paso del tiempo, las investigaciones con detenciones y secuestros de drogas y las condenas federales y provinciales, un reconocido sobrenombre no para de retumbar en cada esquina del oeste godoicruceño cada vez que las balas impactan en las casas o los jóvenes marcan presencia: Yaqui.

Algunos sujetos que siguen respondiendo por relación de amistad o familiar a la jefa narco Sandra Jaquelina Vargas (47), condenada en mayo del 2016 a 15 años de cárcel comercio de drogas (en la Justicia provincial reconoció ese mismo año que era líder de una asociación ilícita y recibió 3 años de encierro), como su hijo Mauro (20) y sus amigos que se mueven en manada, tienen a maltraer al sector. Casi todos son “pichones”.

Mauro Jesús Gelvez, hijo de la Yaqui Vargas y del reconocido delincuente Cristian Mauricio Gelvez (40), asesinado de varios disparos a principios de 2014 en el citado asentamiento, cuando los cruces armados por el narcomenudeo se encontraban en su punto de ebullición y potenciaron la guerra narco, fue baleado durante la madrugada de este último lunes mientras circulaba en una moto 150cc por el barrio Los Paraísos, ubicado hacia el noreste del Papa, cerca de la rotonda Carola Lorenzini, tal como reveló este diario.

Horas antes, dos hermanos también fueron heridos de bala en el mismo complejo. Se trata de Gastón y Enzo Zárate. Uno recibió un proyectil en el abdomen y el otro en una pierna. Se cree que hubo un tiroteo previo y que uno de ellos intentó vergarse pero no lo consiguió.

Estas tres causas, que podrían tener relación por estos y otros protagonistas del mundillo de estas bandas, se encontraban “sin rumbo” en la fiscalía Correccional de Juan Carlos Alessandra. No hubo avances de importancia porque primero buscaban analizar si se trataba de casos de abuso de arma o si realmente estaban en riesgo la vida de las víctimas.

Dos de las ellas recibieron disparos en el abdomen, por lo que no hubo mucho más que discutir. Debido a esto, en las últimas horas pasaron a la órbita de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos.

Los efectivos de la división de Investigaciones que trabajan este tipo de hechos de sangre estaban a la espera directivas para avanzar en la incorporación de pruebas y recién este miércoles comenzaron a elaborar los primeros informes para ir en búsqueda de los autores, una vez que Ríos analizó las pocas fojas que hay en los expedientes. Un sujeto conocido con el alias de “Leprosito” y oriundo del complejo La Favorita de Ciudad (por cómo figura con su nombre en Facebook), era mencionado como posible autor de los disparos contra el hijo de la Yaqui.

Existen algunos antecedentes recientes de instrucciones judiciales por los tiroteos en el Campo Papa y alrededores. El 25 de enero, la Justicia autorizó 9 allanamientos (de un total de 20 solicitados) en los barrios Campo Papa, Parque Oeste, Puesta del Sol, La Esperanza I y II, Los Toneles y Granja Lomas de Chacras (estos dos últimos, vinculados a la Yaqui y su familia) y el San Martín de Ciudad.

Mauro Gelvez y sus aliados estaban sindicados como autores de tiroteos contra viviendas y rivales y por subir imágenes armados a su perfil de Instagram. Es más, un par de fotos fueron determinantes para identificarlo con una pistola en su mano, ya que presentaba en comparación las mismas zapatillas y un morral verde.

Las medidas, motivadas por los videos y fotos de jóvenes con armas automáticas y balaceras constantes, no arrojaron los resultados esperados pero evidenciaron que hay algunos sujetos que están pasando de mano en mano importantes cantidades de dinero producto del narcomenudeo.

Los efectivos de Investigaciones, en una causa que lidera el fiscal de Delitos No Especializados Juan Ticheli (en averiguación de tenencia ilegal de arma de fuego -por los tiroteos-), secuestraron un cuatriciclo solicitado por robo agravado desde el 29 de junio del año pasado, una carabina 22 largo con caño recortado con seis cartuchos en su interior, seis plantas de cannabis sativa y 4.981.170 pesos.

Esos billetes estaban en poder de un sujeto conocido como Farolito, identificado como Alan Forquera, amigo de los hermanos Miguel Ángel y Mariano Valdivia Ortiz (hijos de Miguel Ángel Valdivia, ex cuñado de la jefa narco y fallecido en enero del 2021 en el Hospital Central, dos años después de ser baleado en el Papa) y enfrentados con la gente que respondería a la Yaqui.

Por los millones de pesos que tenía en su poder, el Farolito permaneció aprehendido algunas horas en una dependencia policial pero recuperó la libertad. Comprobar que ese dinero provenía de la comercialización de sustancias ilegales se transformó en una tarea complicada porque en la vivienda no le hallaron rastros de estupefacientes ni elementos para el fraccionamiento. “Se infiere que tenía ese dinero por venta de drogas. Pero lo tuvimos que soltar”, describió un pesquisa consultado por El Sol.

El Campo Papa, un ambiente complicado

Como el Farolito, están MauritoTatotitoBeboPerita (sobrino de la jefa narco y condenado en el 2016 por abuso de armas), PituNegro, entre otros. Algunos son aliados. Otros se odian. Muchos son mayores de edad, pero casi todos no superan los 21 años.

También se encuentran los “pesos pesados” manejando a una parte de los soldaditos, como la Gorda Celeste, pareja de un presunto homicida identificado como Alexis Alcaraz, quien cayó a principios del año pasado por el crimen de Pablo Damián Cataldo en el distrito Vertientes del Pedemonte, en Luján, perpetrado la noche del miércoles 14 de diciembre del 2022.

Esta mujer, quien es mencionada como referente del sector, fue allanada durante las medidas y está marcada en investigaciones federales y provinciales pero los efectivos de Investigaciones la buscaron sin éxito por los estrechos pasillos de la vivienda donde tiene base. Su identidad se reserva porque no ha sido detenida. Pero muchos vecinos la marcan como “amiga de la Yaqui”.

Lo cierto es que en sus perfiles de redes sociales, la jefa narco en prisión le dio “me gusta” a algunas de sus publicaciones a mediados del 2021. Algunas cuentas ya no existen o dejaron de presentar movimiento pero las capturas son prueba que confirman la relación entre ambas mujeres.

Una de las facciones, complicada

Miguel Ángel Valdivia Ortiz y su hermano Mariano son marcados en las investigaciones policiales y judiciales como vendedores de drogas y relacionarse con el citado Farolito. Estos jóvenes, hijos del ex cuñado de la Yaqui (estuvo en pareja con Silvana Natalí Vargas, condenada con su hermana en la megacausa iniciada hace una década), vienen siendo noticia desde hace años luego de la muerte de su progenitor.

Miguel Ángel Valdivia, conocido como el Cabezón, fue atacado a balazos por uno de los yernos de la YaquiPatricio el Negro Garrido, el 11 de noviembre del 2018 en el Campo Papa. Recibió cinco balazos y salvó su vida de milagro. Pero su salud empeoró con el paso del tiempo. En enero del 2021, el Cabezón murió en el Hospital Central. Su familia estaba convencida que las heridas que sufrió en diferentes partes del cuerpo provocaron el fallecimiento porque nunca logró recuperarse, pero la Justicia no lo pudo comprobar luego de analizar su histórica clínica. Su hijo Mariano también sufrió una agresión armada cuando intentó defenderlo ese día.

Lo que sí se confirmó en una instrucción de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, es que el Negro Garrido había sido el autor de los disparos contra los Valdivia. El yerno de la Yaqui, pareja de la hija más grande de la jefa narco, reconoció esos hechos y un asesinato en un juicio abreviado y recibió 15 años de cárcel a principios de agosto del año pasado.

Llegar a resolver esa causa no fue una tarea sencilla. En el medio de los trabajos investigativos, los testigos eran amenazados y baleados. Miguel Ángel Valdivia hijo, testigo clave en las causas que tenían a su padre como víctima, fue baleado el 9 de noviembre del 2021 en el Campo Papa mientras caminaba con un amigo.

Producto de las lesiones que le causaron los plomos, pasa sus días en silla de ruedas. Un video que llegó a los investigadores en diciembre del año pasado, lo muestra sin remera (evidenciando sus tatuajes) participando del encuentro de una banda mientras arman cientos de dosis de cocaína en el popular asentamiento godoicruceño.

En las últimas semanas, mientras se encontraba internado en el Hospital Central (por sus problemas de salud) su casa blanco de ataques armados. No hubo heridos pero los proyectiles marcaron el ingreso de la propiedad.

La relación de los Valdivia con la droga terminó de confirmarse hace pocas horas, este martes, cuando la Policía contra el Narcotráfico (PCN) realizó un allanamiento y capturó a Mariano, de 20 años. El joven dijo ser empleado y está domiciliado en la manzana F del Papa.

Una denuncia por narcomenudeo motivó a los pesquisas a solicitar la medida al Juzgado Federal Nº1. Secuestraron 33 dosis de cocaína y 268.500 pesos que serían producto de la comercialización de las sustancias. Fue derivado a la U-32 e iba a ser imputado por la comercialización de la sustancia.

Fuente: www.elsol.com.ar

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