Los robos en la playa San Agustín se han transformado desde hace años en un dolor de cabeza para los policías que se encuentran a cargo de la custodia del extenso predio del oeste de Ciudad, “habitado” por miles de vehículos secuestrados.
Uno de esos habituales hechos terminó la tarde del miércoles con una lluvia de piedras de un grupo de malvivientes contra los efectivos que los sorprendieron sustrayendo chatarra. A raíz de este encontronazo, uno de los sujetos recibió un disparo policial.
El sindicado ladrón, identificado como Jorge Córdoba (42), domiciliado en el complejo La Favorita, fue impactado por una posta de goma y debió recibir asistencia médica por las lesiones sufridas.
Más allá de eso, tanto la Justicia como la Inspección General de Seguridad (IGS) consideraron que el accionar del funcionario que efectuó el disparo estuvo justificado, motivo por el que no se inició un expediente penal ni un sumario administrativo en su contra.
Por su parte, el herido resultó con una lesión en un brazo y debió ser sometido a una intervención en el Hospital Lagomaggiore. Una vez que reciba el alta, quedará a disposición del fiscal de Robos, Hurtos y Sustracción de Automotores Juan Manuel Bancalari.
La información policial señala que el hecho sucedió minutos después de las 17.30, cuando los uniformados con destino en la playa de secuestros detectaron a siete individuos ingresando por el sector 40, ubicado hacia el norte del predio, llamado “el Pozo”.
Los malvivientes buscaban sustraer chatarra de los vehículos que se prendieron fuego durante el incendio que se desató allí en setiembre del año pasado.
Cuando advirtieron la presencia de los policías, los sujetos les arrojaron piedras. Frente a eso, un auxiliar repelió la agresión realizando dos disparos disuasivos con un arma larga reglamentaria.
Acto seguido, los maleantes se dieron a la fuga hacia la zona del piedemonte, hasta perderse de vista, relataron las fuentes del hecho.
Momentos más tarde, ya cerca de las 18, Córdoba ingresó por sus propios medios al Centro de Salud Nº 300 Arturo Oñativia y pidió atención médica, ya que presentaba una herida en el antebrazo izquierdo.
Fue el mismo hombre quien manifestó a los profesionales de la salud que había recibido un disparo policial en el interior de San Agustín, motivo por el que se le dio rápido aviso al personal de la Comisaría 59ª.
A partir de allí se iniciaron las averiguaciones correspondientes, por lo que fueron citados los funcionarios que se encontraban trabajando en el predio. Luego de entrevistarlos, se determinó que no había delito por parte del uniformado que accionó el arma reglamentaria y que hubo un correcto desempeño de sus funciones.
Fuente: www.elsol.com.ar