El vino argentino busca reinventarse: los cambios del INV para reactivar la exportación

Con la expectativa de un posible crecimiento de las ventas al mercado externo, el organismo nacional realizó modificaciones en su web a fines de favorecer la exportación a distintas partes del globo.

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Con las perspectivas puestas en la reactivación de la exportación, algo que todavía no sucede en los hechos, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) ha actualizado su página web. De este modo, las bodegas exportadoras cuentan con distintos documentos actualizados por país en función de los requisitos específicos en el momento de vender vinos. Mientras desde Cancillería se ha intenta establecer acuerdos específicos para bajar los aranceles de ingreso, el INV ha realizado un relevamiento en pos de un manejo de la información de primera mano.

El INV ha consignado así los requisitos por parte de distintos países del mundo para el ingreso de vinos argentinos. “Con esos datos se elaboran informes que están a disposición en su página web”, comunicó el Instituto. De este modo, ya se han publicado los correspondientes a Brasil, Chile, Estados Unidos, México, Uruguay, la Unión Europea, Perú y el Reino Unido. Con la opción de solicitar al INV información específica sobre algún destino en particular, se comunicó que el objetivo es incorporar más países que se agregarán en esa sección de la página web y se comunicará cada publicación que se realice.

Desde la industria celebraron la medida debido a que es importante contar con información actualizada al momento de realizar su planificación de exportación. La industria apuesta a la venta externa en medio de un mercado interno en recesión y de un 2023 e inicio de 2024 de caída de exportaciones. Con condiciones muy malas de competitividad, el año pasado se produjo pérdidas de mercados y dificultades con clientes o representantes dada la dificultad -entre otras- de girar divisas o de cumplir con los compromisos realizados.

El camino no será sencillo de reconstruir, pero la baja en la brecha cambiaria y la apertura de productos de importación dan una esperanza al sector que en la actualidad se encuentra en medio de cambios diversos. Entre ellos se destacan no solo la suba de costos y precios en dólares sino también la postura aperturista del Gobierno nacional que podría llevar en el mediano o largo plazo la reconfiguración de la vitivinicultura. Hay que recordar que más del 70% del vino que se produce en Argentina se consume en el mercado interno y el resto se exporta.

Aunque no es probable que esta ecuación se modifique, sí las bodegas que puedan se inclinarán más por el mercado externo ya que el interno se encuentra muy deprimido. La recesión no tiene fecha de finalización y la morigeración de la inflación no alcanza todavía para incentivar el consumo de vino dentro de Argentina.

Fuente: www.mdzol.com

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