Hace casi dos meses, la violencia en el fútbol volvió a decir presente tras graves incidentes en el partido que Godoy Cruz hizo de local ante San Lorenzo y que debió ser suspendido en el inicio del segundo tiempo. La investigación contra los barrabravas que arrojaron piedras durante varios tramos del partido tiene cuatro detenidos, de los cuales dos fueron condenados en los últimos días.
El lunes pasado, Héctor Manuel Gómez (33) y Nuria Melisa Bustos (29) decidieron pasar por un juicio abreviado donde admitieron haber sido protagonistas de los hechos que derivaron en la suspensión del encuentro entre el Tomba y el Ciclón. Hicieron un pacto con el fiscal de Delitos No Especializados, Gabriel Blanco, y fueron condenados por el delito de impedimento de realización de un espectáculo deportivo en un estadio de concurrencia pública.
La jueza Florencia Didier los sentenció a una pena de 6 meses de prisión en suspenso -la escala penal iba de 1 mes a 3 años- y ambos quedaron en libertad. Gómez estaba alojado en el complejo San Felipe, mientras que Bustos estaba con arresto domiciliario.
Además se les impusieron reglas de conducta que deberán respetar durante un plazo de 4 años para que la pena no se convierta en efectivo. Además de no volver a cometer nuevos delitos, durante ese tiempo no podrán asistir a espectáculos deportivos futbolísticos organizado por la AFA y la Conmebol.
En la causa penal resta atrapar a dos sospechosos que están identificados y también resolver la situación de otros dos que están detenidos pero hasta ahora no han arreglado un juicio abreviado: Nicolás Sebastián Sáez (36) y Daniel Sebastián Sánchez (24).
Violencia en el fútbol
En la tarde del 25 de mayo pasado, Godoy Cruz recibió como local a San Lorenzo en el estadio Malvinas Argentinas. Cuando promediaba el primer tiempo, desde la tribunal popular del Tomba comenzaron a arrojar piedras y escombros hacia el campo de juego lo que motivó que el árbitro paralizara el partido durante varios pasajes. Cuando se reanudó el segundo tiempo y los equipos empataban 1 a 1, los proyectiles continuaron cayendo sobre el césped lo que derivó en la suspensión definitiva del encuentro.
Los barrabravas del Expreso rompieron y destrozaron los baños y otras instalaciones del estadio en busca de conseguir los elementos que luego arrojaron. Algo similar había ocurrido en un encuentro anterior donde Godoy Cruz recibió a Sarmiento de Junín. Todos estos hechos están enmarcados dentro de una profunda interna dentro de la barrabrava que quedó expuesta días después con mensajes en las redes sociales de los propios protagonistas, la mayoría de ellos pertenecientes a la familia de Daniel Rengo Aguilera.
Fuente: www.diariouno.com.ar