El crimen de Alexis Daniel Solar, un chico de 18 años asesinado de un disparo en la cabeza a comienzos de este año en Guaymallén, potenció las sospechas sobre una red de microtráfico de drogas presuntamente liderada por la madre de la víctima y el novio de ella. Luego de varios meses de investigación, la tarde de este jueves personal de la Policía Contra el Narcotráfico (PCN) desarrolló allanamientos masivos en la zona de El Bermejo, Jesús Nazareno y en Godoy Cruz.
En total, se realizaron 15 medidas. Comenzaron pasadas las 13 y duraron varias horas. Hubo detenidos. También secuestraron sustancias fraccionadas para la venta y plantas de marihuana y apuntaron a la incautación de vehículos y otros bienes inmuebles, debido a que existen sospechas de que incrementaron su patrimonio gracias a las ganancias que les generaba la comercialización.
En el expediente se encuentran complicados Gloria Janet González Pozas (35) y Franco David Reyes (31). La mujer permanecía hasta este jueves internada en el Hospital El Sauce por los problemas psiquiátricos que acarrea desde la muerte de su hijo, aunque quedará a disposición de la Justicia federal cuando reciba el alta médica; mientras que su pareja, conocida como Kuini, se dio a la fuga durante las medidas que desarrollaron los sabuesos especializados en casos de narcocriminalidad.
De la pesquisa que realizó la PCN se desprende que, antes de que se cometiera el crimen de Solar, las autoridades venían profundizando sobre numerosos enfrentamientos armados, amenazas a vecinos y usurpación de domicilios por los que venía siendo señalada la víctima y parte de sus familiares. Es más, hubo allanamientos en un domicilio de calle Curupaytí que acrecentaron las sospechas antes del hecho de sangre.
De acuerdo con las averiguaciones practicadas por los detectives, Solar actuaba junto a un grupo de amigos y conocidos de la zona, en su mayoría menores de edad, que desde hacía tiempo tenían al maltraer a los habitantes del barrio Chevenne de Jesús Nazareno, donde fue ultimado. También en otros complejos cercanos.
Además, a los investigadores les llamó la atención el ostentoso estilo de vida que exhibían González y Reyes en las redes sociales. González Pozas se movía en un auto valuado en más de 15 millones de pesos y evidenciaba salidas constantes en restoranes y paseos de compras sin trabajo legítimo, además de vivir en coquetas viviendas.
Debido a esto profundizaron las tareas de inteligencia y de campo en la zona, estableciendo que la pareja estaba sospechada de integrar una red de microtráfico de estupefacientes.
De la instrucción se desprende que la actividad que no solo desarrollaban en departamentos del Gran Mendoza, sino también en San Rafael a través de algunos nexos o contactos, aseguraron fuentes allegadas a la causa.
Todos esos elementos motivaron la batería de allanamientos que iniciaron cerca de las 1.15 en el barrio Nueva Esperanza de El Bermejo y en algunos domicilios de Godoy Cruz, donde detuvieron a la madre de González -identificada como Nelly Pozas– y hubo secuestros estupefacientes y otros elementos de importancia para la causa y que complican la situación de la pareja sospechada.
Por las pruebas que se incorporaron en la causa, fuentes judiciales y policiales aportaron que Nelly Pozas “estaría muy complicada” con la tenencia y comercio de las sustancias. Es más, agregaron que la organización tenía como modus operandi aprovecharse de personas de bajos recursos para que comercializaran la droga a cambio de unos pocos pesos.
El asesinato de Alexis Solar
Fue alrededor de las 5.30 del domingo 24 de marzo, cuando tres adolescentes llegaron hasta la puerta de una casa de calle 20 de Julio al 600, en el barrio Chevenne, y comenzaron a golpearla violentamente, así como también los vidrios de una ventana del ingreso.
Aparentemente, los jóvenes, entre los que se encontraba Solar, reclamaban la tenencia de la vivienda, ya que la propietaria también era familiar del muchacho asesinado.
En el interior se encontraba Miguel Israel Garay Brizuela (38), más conocido como el Miguelón, quien cuidaba la propiedad porque la dueña era pariente de su pareja.
Frente a las amenazas del grupo de jóvenes liderado por Solar, Garay tomó un arma de fuego y realizó algunos disparos intimidatorios con la intención de que se retiraran. Fue allí cuando uno de los plomos le impactó en la cabeza al hijo de González, quien perdió la vida en cuestión de minutos, mientras era trasladado en un vehículo particular al Hospital Central, sostiene la teoría del caso.
Tres días después del hecho de sangre, el Miguelón se entregó ante las autoridades y fue imputado por la fiscal de Homicidios Claudia Ríos por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Más allá de eso, el hecho de sangre permitió conocer más sobre la vida de González y el Kuini Reyes, completando el rompecabezas de presuntos cabecillas de una organización dedicada al microtráfico y comercialización de drogas. Es más, previamente ya habían sido allanados por otras causas, finalizaron las fuentes.
Fuente: www.elsol.com.ar