Los líquidos provenientes de las cloacas que son arrojados al canal Pescara afectaron a una zona de producción de alimentos y por eso hay alerta, pues las bacterias con las que están contaminados esos productos pueden afectar a la salud pública. Según los relevamientos realizados, hay más de 100 campos aguas abajo del vuelco de los efluentes, de los cuales unos 30 están en producción.
Lo que más preocupa es la producción de verduras y hortalizas que se consumen crudas. Pero además, está el riesgo directo para las personas que viven en la zona de la contaminación. En paralelo hay una investigación penal en curso para determinar si hubo algún delito ambiental y el Departamento General de Irrigación prorrogó por 30 días la autorización para volcar las cloacas al Pescara, aunque en el mismo acto administrativo alertó sobre las graves consecuencias que tiene.
Todo comenzó con el colapso de la colectora cloacal y la autorización original a favor de Aguas Mendocinas para volcar las cloacas al canal Pescara. Toda la población circundante a ese canal. A través de la Resolución 319, Irrigación autorizó por 45 días el vuelco de esos efluentes. El punto de vuelco es a la altura de calle Buena Nueva y con un volumen de 300 litros por segundo.
Fuente: www.mdzol.com