El oftalmólogo preso por estafas ya acumuló casi 30 denuncias e investigan su título médico

Pedro Miranda está cada vez más complicado y la Justicia no para de recepcionar presentaciones de pacientes que fueron defraudados. Además, existen dudas con respecto a sus estudios y solicitarán informes para determinar si contaba con el diploma habilitante para ejercer la profesión.

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El acumulado de causas por presuntas estafas por las que fue acusado y encarcelado el oftalmólogo Pedro Reinaldo Miranda avanza en la Unidad Fiscal de Delitos Económicos. Hasta este martes, el médico mendocino ya había sido imputado en 14 expedientes, mientras que presentaba 11 denuncias en pleno proceso de análisis y otras tres que se recepcionaron en el transcurso de la jornada.

Por eso, la fiscal Mariana Pedot, quien lidera la instrucción, trabajaba a contrarreloj para procesar las presentaciones judiciales que se suman día a día y reunir todo el material probatorio necesario para solicitar en los próximos días la audiencia de prisión preventiva.

Fuentes allegadas al caso explicaron que las autoridades judiciales confían en que las causas pendientes de análisis se transformarán pronto en imputaciones contra el fundador del Centro Oftalmológico Dyter, que supo funcionar en el centro mendocino.

De esa forma, el profesional de la salud podría llegar muy complicado a su primera audiencia penal, formalmente acusado en casi 30 expedientes de estafa genérica, cifra que podría ser más abultada en caso de que continúen apareciendo nuevos damnificados.

Pero eso no es todo, ya que no se descarta que Miranda, quien era conocido por realizar acuerdos con diferentes municipios del Gran Mendoza, termine siendo imputado por otros delitos que se están investigando. En primer lugar, existen ciertas dudas con respecto a su título universitario y su matrícula habilitante para ejercer la medicina.

La información a la que accedió El Sol sostiene que durante los allanamientos que se realizaron la semana pasada en sus oficinas del paseo Peatonal Sarmiento de Ciudad, cerca de donde fue detenido el jueves 11 de octubre, no se halló el diploma de su título médico.

Por eso, buscan profundizar sobre esa situación y confirmar si realmente se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), tal como figura en sus perfiles de algunos portales web. Caso contrario, podría terminar imputado por ejercicio ilegal de la medicina, delito que prevé penas de 15 días a un año de prisión.

Modus operandi

Del estudio de los diferentes expedientes iniciados en el caso del oftalmólogo, los investigadores detectaron similitudes en todas las denuncias recepcionadas. Los damnificados son siempre pacientes que se atendían en la clínica de Miranda, a quienes, por lo general, les pedía dinero aprovechándose de la confianza que había generado durante las consultas.

Básicamente, les pedía entre 1.000 y 1.500 dólares a modo de inversión, excusándose en que debía comprar equipamiento nuevo para el centro oftalmológico y les aseguraba que les devolvería en poco tiempo el dinero y un extra o “ganancia” de 500 dólares, aproximadamente, y hasta en algunas ocasiones les prometía obtener el doble de ganancias.

Lo que complica al médico son algunos documentos que él mismo imprimía, firmaba y que le entregaba a los pacientes que le prestaban dinero: pagarés, recibos y hasta constancias notariadas, detallaron las fuentes consultadas. Esos papeles son claves para la investigación, por lo que desde la Justicia solicitaron a los damnificados que los presenten a la hora de radicar sus respectivas denuncias.

Por su parte, existen tres expedientes que están siendo analizados con mayor profundidad, ya que se trata de operaciones que fueron pagadas por los clientes de Miranda y que jamás se concretaron o que se hicieron sin tomar los recaudos necesarios.

Frente a esas afirmaciones por parte de los denunciantes, la fiscal Pedot analiza si pudo haber existido una situación de mala praxis o intervenciones médicas que le hayan provocado daños físicos a los pacientes. En ese caso, podría terminar enviando una compulsa para que también tome intervención la Justicia Civil.

En tanto, también existe cierta expectativa con respecto a lo que puede llegar a surgir del análisis del celular que le incautaron a Miranda al momento de su detención, el cual aún no fue peritado porque aún no se recibió la habilitación correspondiente para “abrir” el aparato.

Asimismo, la fiscal Pedot ya solicitó que se le practique al médico los peritajes psicológicos y psiquiátricos, cuyos resultados serán plasmados en el expediente previo al pedido de prisión preventiva.

Fuente: www.elsol.com.ar

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